POLÍTICA DE HOY
Samuel Cantón Zetina
Tiempo de apocalipsis
En la tragedia de México, hay dos tiempos: el primero va de aquí al vencimiento de la pandemia, y el otro -oscuro, temible- no tiene para cuándo terminar.
La mayoría de los acontecimientos ocurre en el periodo inicial, y se engloba en el cúmulo de noticias relacionadas al virus, con la polémica por la eficacia de la vacuna rusa, el retraso en la llegada de las inyecciones, el contagio del presidente, la información de que volvimos a ser tercer lugar mundial en muertes y la desvergüenza de los diputados federales de MORENA que pidieron inoculación prioritaria porque su labor en campaña “es esencial”.
¿Por qué no se prohibió el proselitismo a ras de suelo, para ahorrar mucho dinero y evitar exponer a la gente?
Ni modo que los aspirantes -casi los mismos- tengan algo nuevo qué decir, o sea a tal grado importante que tengan que decirlo personalmente.
Los partidos disponen en 2021 de más de $5 mil millones para legitimar en las urnas -“aiga sido como aiga sido”- el reparto de los cargos.
Hay muchos sucesos de ocasión, coyunturales o de duración previsible, pero el contenido del segundo tiempo es lo verdaderamente apocalíptico, y en él figuran el derrumbe del PIB -8.5% en 2020- y de la economía (su peor momento desde los años 30s), y la persistencia de un clima de extrema violencia, aún en la emergencia sanitaria, que asfixia al futuro de los mexicanos.
¿Cuánto durará la caída económica? ¿Cuáles serán sus peores consecuencias?
Nadie lo sabe…
¿Cuánto más durará el baño de sangre, y delitos terribles como el secuestro, feminicidios, desapariciones forzadas o violaciones? ¿A qué cifra de miles o millones de muertos y de víctimas llegaremos?
Nadie lo sabe…
Al menos con el coronavirus, ya se dijo (Inegi) que el número de difuntos es 44.8% mayor al de las estadísticas de Gatell.
Pero en la crisis del comercio y de las actividades productivas, y sobre todo la inseguridad, estamos a ciegas y muy lejos de ver la famosa luz al final del túnel.
El caso de Mariana, la joven médica de Chiapas asesinada meses después de denunciar que fue abusada en una comunidad donde prestaba servicio, llamado de auxilio ignorado, y el de las repetidas acusaciones por abuso sexual contra el precandidato a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, igualmente desoídas, son solo dos botones de muestra…y de infinita vergüenza.