CDMX.- El caso de los presuntos sobornos que las empresas Odebrecht y Altos Hornos habrían pagado a Emilio Lozoya Austin tuvo este 17 de julio un episodio sorpresivo: la reprogramación de la audiencia inicial en la que se presentarían los cargos en contra del exdirector de Pemex, luego de que este presentó problemas de salud al llegar extraditado desde España.
Bajo estrictas medidas de seguridad que incluyeron el despliegue de un operativo señuelo para distraer la cobertura mediática, Lozoya fue trasladado a un hospital privado en el sur de la ciudad donde permanece internado en calidad de detenido, pero sin haber sido imputado ni procesado.
En tanto, organizaciones de la sociedad civil especializadas en combate a la corrupción y libertad de expresión intensificaron su petición de que todo el proceso transparente e, incluso, alistan acciones legales en contra de la determinación de que el eventual juicio se lleva a puerta cerrada.
¿Qué significa esto para un eventual proceso? ¿qué opciones tiene el exdirector de Pemex y que rutas podría tomar ahora el caso? A continuación, Animal Político detalla los escenarios y puntos clave del procedimiento, a partir de lo revelado por autoridades federales y judiciales, y de lo consultado con especialistas.
Proceso congelado por 48 horas… o varios días
El procedimiento para llevar a Lozoya ante un juez inició la madrugada de este viernes en el Aeropuerto capitalino con el cumplimiento de las dos órdenes de aprehensión giradas en su contra por los delitos de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa. Agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) notificaron con oficios en mano el libramiento de estas órdenes en cuanto el exfuncionario bajo del avión.
Pero el paso siguiente, la presentación de Lozoya ante los dos jueces del Reclusorio Norte que ordenaron su captura fue suspendido, luego de que el exfuncionario presentara complicaciones de anemia y afectaciones del esófago que derivaron en la decisión de la Fiscalía de llevarlo a un hospital.
Autoridades federales y judiciales confirmaron que el proceso no puede ser retomado hasta que los médicos certifiquen un estado de salud adecuado del exdirector de Pemex.
Animal Político preguntó a varios doctores cuál podría ser el escenario de tratamiento de una anemia y los problemas en el esófago que tiene Emilio Lozoya.
El doctor Miguel Ángel Toscano Martínez precisó que la anemia es un síntoma, una manifestación de otra enfermedad o dolencia, como también lo es la fiebre. Por lo que, en primer lugar, hay que investigar cuál es la causa que está originando la anemia. Si es por una úlcera o un sangrado en el esófago, como indican las autoridades mexicanas en su reporte, la hospitalización “puede ser más tardada” debido a que, a veces, no es fácil identificar el sangrado.
No obstante, el médico dijo que, una vez identificada la causa del sangrado, el tratamiento es “relativamente fácil”. “Se mete endoscopio, se cauterizan las heridas que sangren, se hace una transfusión de sangre si fuera necesario, y se le manda tratamiento médico”, apuntó el doctor.
Sobre el tiempo de recuperación de un paciente con este cuadro, Miguel Ángel Toscano explicó que, en caso de que se le tenga que hacer una transfusión sanguínea, el tratamiento puede durar entre una semana y 10 días. Aunque el doctor veracruzano Uri Torruco dijo que, si no hay ninguna complicación, hay casos en los que se da de alta al paciente 24 o 48 horas después de esta intervención.
En cuanto a las causas que pudieron haber provocado esos problemas en el esófago, el doctor Torruco señaló que entre los factores pueden estar el estrés o un estado de ánimo de permanente tensión.
“Hay casos en los que, tanto estrés o tantos nervios, te puede generar una gastritis aguda, o reiteradas gastritis agudas, que acaba generando un sangrado en el estómago o en el esófago. Y esto, a su vez, puede desencadenar una anemia intensa que requiere de hospitalización”, apuntó.
La situación jurídica: imputado, testigo o ambas
La situación legal de Lozoya es otra de las interrogantes luego de su sorpresiva hospitalización. Aunque legalmente está detenido, la imputación en su contra no se ha podido realizar debido a que las audiencias iniciales no se llevaron a cabo. Es decir, su definición jurídica ha quedado en espera.
En esta situación, los escenarios para el exdirector de Pemex a partir de ahora son tres principalmente.
El primero es que, una vez que pueda llevarse acabo la audiencia inicial, la FGR impute a Lozoya los hechos que le atribuye (haber recibido sobornos de Odebrecht y Altos Hornos) lo que daría pie a que el juez pueda vincularlo formalmente a proceso por los delitos por los cuales ordenó su captura.
Lo anterior no impediría que Lozoya, como se ha dicho, busque aportar después información sobre delitos más graves o personajes de mayor rango a cambio de un juicio exprés –técnicamente llamado proceso abreviado– que le traería como beneficio una sentencia reducida. Pero en este escenario mantendría siempre la calidad de imputado.
Una segunda opción es que el exdirector de Pemex y sus abogados aprovechen el tiempo en el hospital para buscar la obtención de un criterio de oportunidad de parte de la FGR, que consistiría en aportar información de otros delitos y volverse testigo colaborador de los fiscales en la indagatoria de estos.
De concretarse, la Fiscalía podría desistirse de imputar a Lozoya los delitos por los que fue detenido lo que significaría, a su vez, la cancelación de las órdenes de arresto.
El tercer escenario es que el exdirector de Pemex sea legalmente imputado de su probable responsabilidad en diversos delitos, como se mencionó al inicio, pero luego busque, en el periodo de investigación complementaria, el criterio de oportunidad que le permita convertirse en testigo de la FGR y que con ello dicha institución termine desistiéndose de acusarlo y no llegar al juicio oral.
La decisión: exoneración, arraigo o cárcel
Otra decisión importante que se deberá resolver en las próximas horas o a mas tardar días es el destino final que tendrá Lozoya una vez sea dado de alta del hospital privado al que fue llevado.
Si el exdirector de Pemex logra que FGR le de el criterio de oportunidad que busca y lo vuelva testigo colaborador, eso significaría la cancelación de sus órdenes de captura y por ende su exoneración. En síntesis: recobraría su libertad, aunque debido a su perfil, la Fiscalía podría ofrecerle algún tipo de protección o casa de seguridad.
En cambio, si Lozoya es vinculado a proceso por el juez luego de ser imputado por la FGR, hay dos alternativas: que se determine que es necesario que permanezca preso debido a su perfil y la posibilidad de que se fugue o, por el contrario, que se determine otra medida cautelar como puede ser un arraigo domiciliario mientras dura el proceso.
Cabe recordar que la madre del exdirector de Pemex, Gilda Margarita Austin, se encuentra procesada en prisión domiciliaria.
(Animal Político)