WASHINGTON.- Steve Bannon, exasesor de Donald Trump, ha sido declarado este viernes culpable de obstruir la investigación de la comisión que depura responsabilidades sobre el asalto al Capitolio, el 6 de enero de 2021. Bannon, referente de la alt right estadounidense y principal ideólogo del nacionalpopulismo en el mundo, de Jair Bolsonaro a Matteo Salvini, será condenado por desacato por desobedecer una citación del comité investigador, en lo que muchos consideran una victoria para el panel de nueve miembros (siete demócratas y dos republicanos) que lo conforma.
Se trata, en cualquier caso, de delitos menores para la gravedad del suceso, definido por los miembros de la comisión como un intento de golpe de Estado instigado por Trump, y secundado por sus próximos. Aunque Bannon causó baja en la Casa Blanca tras haber fungido como estratega del republicano durante la campaña electoral de 2016 y en los primeros compases de su mandato, ha cerrado filas con su antiguo jefe al negarse a proporcionar testimonio o documentos a la comisión para su investigación sobre la insurrección trumpista.
Cada cargo de desacato al Congreso se castiga con una pena de entre 30 días y un año de cárcel, así como con una multa de cuantía variable, entre 100 y 100.000 dólares.
El veredicto del jurado, formado por ocho hombres y cuatro mujeres, fue rápido, tras apenas tres horas de deliberaciones, y supone la primera sentencia por desacato al Congreso desde 1974. Hay que remontarse a los días del escándalo Watergate, durante la presidencia de Richard Nixon, para un caso parecido, cuando un juez halló culpable a G. Gordon Liddy, implicado en la trama de escuchas.
Bannon fue el principal artífice de la victoria electoral de Trump en 2016, al que infundió un discurso radical, plagado de descalificaciones sobre las mujeres o los inmigrantes, además de los demócratas, que sin embargo caló entre amplias capas de la población descolgadas por la Gran Recesión de 2008 y preteridas por el establishment de Washington. Una vez convertido Trump en presidente, Bannon, de 68 años, se desempeñó como principal estratega suyo durante 2017, antes de que una pelea entre los dos le apartase de la Casa Blanca, si bien después lograron reconducir su relación. Bannon ha inspirado también la batalla mediática de la llamada derecha alternativa al frente de medios propagadores de desinformación como Breitbart News.
La defensa de Bannon sostiene que su representado es un objetivo político, mientras describía al principal testigo de cago como un demócrata con clara motivación partidista y conocidos vínculos con uno de los fiscales. La fiscalía asegura, por su parte, que Bannon mostró absoluto desdén por la autoridad y que debe rendir cuentas por su desafío a la legalidad. En los dos días de testimonios, los fiscales sólo interrogaron a dos testigos. La defensa no hizo uso de su turno.
Otro exasesor de Trump, Peter Navarro, ha sido acusado separadamente de desacato al Congreso en junio por negarse a comparecer y declarar ante la comisión. El juicio de Navarro está programado para noviembre. El Departamento de Justicia optó por no acusar a otros dos fieles de Trump, Mark Meadows y Daniel Scavino, por el mismo motivo pese a que una votación de la Cámara recomendó hacerlo. A diferencia de Bannon, Meadows entregó algunas comunicaciones al comité.