WASHINGTON.- A una semana después de las elecciones en Estados Unidos, el presidente Donald Trump no admite su derrota: atrincherado en la residencia oficial Casa Blanca sigue reclamando su triunfo frente al demócrata Joe Biden y bloqueando el proceso de transición.
Desde la jornada electoral del 3 de noviembre, ha hecho pocas apariciones públicas y parece haber dejado de lado los deberes presidenciales.
“¡Ganaremos!”, dijo en Twitter el martes el republicano Trump. “Estamos progresando mucho. Los resultados comienzan a llegar la próxima semana. ¡Hagamos a Estados Unidos grande otra vez!”.
Trump se niega a ceder ante Biden y presenta impugnaciones judiciales sin pruebas significativas.
Varias disputas fueron desestimadas casi de inmediato y el resto no tiene prácticamente ninguna posibilidad de anular las victorias por poco margen pero convincentes de Biden en varios estados.
Pero el intento de Trump de aferrarse al poder consume al magnate, quien suele burlarse públicamente de sus rivales como “perdedores”.