CIUDAD DE MÉXICO.- Los resultados no acompañan a la gestión de Rocío Nahle. Con Pemex todavía sumergida en la misma crisis -sino peor- que fue heredada desde el gobierno de Enrique Peña Nieto, ahora la Secretaría de Energía se puso como objetivo evitar que CFE pierda penetración en el mercado eléctrico.
Ese objetivo explica el lobby desesperado de Nahle para frenar por completo a las plantas eólicas y solares de generación de energía eléctrica. “El verdadero motivo es que no quieren tener competencia para no afectar los ingresos de CFE”, explican otros funcionarios de la 4T, que no comparten la estrategia de la Sener.
En los últimos días, el cabildeo de Nahle se intensificó. Primero hizo publicar al Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) un acuerdo de emergencia para limitar la operación de esas plantas y garantizar así la seguridad del sistema. Sólo se menciona que “las centrales eléctricas eólicas y fotovoltaicas afectan a la confiabilidad del sistema”, sin mayores argumentos.
La Sener pidió entonces que ese acuerdo se publicará en carácter de urgente en el Diario Oficial de la Federación (DOF), sin pasar por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), como correspondía en este caso, bajo el argumento de que la crisis del Covid-19 puso en tensión al sistema eléctrico mexicano. El mismo pedido -evitar el análisis de impacto regulatorio- se le hizo a la Conamer, cuyo titular fue hasta hoy César Hernández.
“Dado que se identifican probables costos de cumplimiento, el Acuerdo debería sujetarse al procedimiento de mejora regulatoria a través de un Análisis de Impacto Regulatorio y cumplir adicionalmente con plazos y obligaciones previstas en la Ley General de Mejora Regulatoria”, contestó la dependencia.
Y apenas unos días más tarde, César Hernández debió presentar su renuncia a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria. Un despido por no alinearse con Rocío Nahle, en los hechos. “Hoy se cierra mi ciclo como titular de Conamer. Agradezco la oportunidad a AMLO, quien me nombró Comisionado, y a la Secretaria de Economía Graciela Márquez, quien me propuso”, escribió el ex funcionario. No hubo agradecimiento ni despedida para la titular de Energía.
Pero esta polémica generó otras esquirlas: desde Canadá y la Unión Europea llegaron cartas de queja porque -dicen- esta decisión de Nahle García “atenta” contra sus inversiones en México.
“Esta resolución ponen en riesgo la operación y continuidad de proyectos de energía renovables de empresas canadienses en México. Este acuerdo se une al resto de medidas, cambios en las leyes y políticas que atentan contra la inversión de energías renovables en su país”, se quejan los canadienses.
“Empresas canadienses han confiando en México como un país para sus inversiones, pero todas las medidas tomadas en los últimos meses ponen en riesgo, a corto plazo, inversiones por más de 450 millones de dólares, así como la creación de más de 1,000 empleos”, agregan. Y piden una cita urgente para encontrar una solución.
En un tono similar redactaron una misiva las distintas embajadas de países de la Unión Europea: “Ya habíamos elevado inquietudes de varias empresas involucradas en el desarrollo y fomento de las energías limpias en México frente a algunas decisiones gubernamentales que están afectando al sector. Por eso habíamos solicitado una reunión con la Sener, que hasta la fecha no ha ocurrido”.
“Pero lamentablemente ha habido otro acontecimiento que aumenta nuestra preocupación. De avanzar con esta medida, se impactaría negativamente en 44 proyectos en 18 estados de México, lo que pondría en riesgo inversiones totales -incluyendo de empresas de la Unión Europea- por 6,400 millones de dólares”, agregan, y concluyen con otra solicitud urgente de reunión. (Agencias)