LIMA.- Marko Cortés Mendoza, dirigente nacional del PAN, quien estaba en Venezuela, para fungir como observador de las elecciones presidenciales de este domingo, fue detenido por la policía bolivariana en el hotel que se hospedaba y posteriormente fue expulsado a Lima, Perú.
En un comunicado y un video, el michoacano manifestó que pudo constatar, al menos por dos días, el difícil momento histórico que vive Venezuela, por lo que se mostró confiando que sus ciudadanos darán un vuelco en el rumbo.
“Lo viví en carne propia, existen enormes posibilidades de que el pueblo venezolano ponga un alto a la autocracia de Nicolás Maduro. Quiero informarles que lamentablemente fui expulsado de forma arbitraria por el régimen, la policía bolivariana me detuvo en el hotel que me hospedaba”, detalló Cortés Mendoza.
Agregó que los venezolanos tienen miedo por la inequidad de los comicios de hoy, pero señaló que tiene esperanza de que el pueblo “le ponga un alto a la dictadora de Nicolás Maduro”.
Cortés Mendoza mencionó que antes de ser expulsado, durante el viernes y sábado, pudo dialogar con varios liderazgos opositores como Henrique Capriles, expresidente de la Cámara de Diputados y posteriormente candidato presidencial de la oposición, quedando en 2013 a un solo punto porcentual de ganarle a Maduro.
Quedaron pendientes en su visita a dicha nación sudamericana la reunión que sostendría anoche con los candidatos opositores al Ejecutivo federal, Edmundo González y María Corina, así como los recorridos que realizaría este domingo en algunos centros de votación de Caracas, para ver el desarrollo de la jornada electoral y la afluencia de votantes.
“Por primera vez, en la era —Hugo— Chávez y Maduro la oposición llega muy fuerte y por arriba del candidato oficial, por lo que se espera una avalancha ciudadana contra Maduro, porque la molestia social puede ser reprimida pero ya es enorme, por lo que ya veremos si Maduro reconoce su derrota o busca seguirse imponiendo al costo que sea”, abundó en su texto Cortés Mendoza.
Del mismo modo, el presidente panista aseveró que la persecución a la oposición es burda, dado que todas sus reuniones tenían que ser en casas privadas, por ningún motivo podían ser en cafés o lugares públicos, porque todos se sienten observados, vigilados y amenazados.