SAN JOSÉ.- El predicador evangélico Fabricio Alvarado Muñoz y el exministro oficialista Carlos Alvarado Quesada se disputan este domingo en segunda vuelta la Presidencia de Costa Rica, en una elección cuyo resultado se espera cerrado, luego que la sociedad está más dividida que nunca.
Costa Rica, uno de los países más prósperos y estables de la región, fue gobernado por una dinastía bipartidista durante casi tres décadas hasta 2014, cuando Luis Guillermo Solís, candidato por primera vez y profesor de historia, llegó al poder en unos comicios que ganó ampliamente.
Al empate técnico y a los indecisos se añade la posible abstencion en alza, ya que las elecciones se celebran el último día de la Semana Santa.
Ahora, ante el desencanto por una accidentada gestión de Solís, plagada por casos de corrupción, se plantea la posibilidad de que un número significativo de 3.3 millones de votantes de Costa Rica decida en el último minuto.
Según Felipe Alpizar, director del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica, hay cierta ansiedad de que las personas no regresen a tiempo para el domingo.
En una elección tan cerrada, las estructuras organizativas territoriales pueden ser clave para incitar a ir a votar, organizando transporte”, consideró.
La ausencia de identificación partidaria conduce a un par de condiciones muy inusuales: muchos votantes indecisos y una volatilidad sin precedentes en las preferencias de los votantes”, señaló, por su parte, Ronald Alfaro, un encuestador de la Universidad de Costa Rica.
MATRIMONIO HOMOSEXUAL, TEMA CLAVE
Alvarado Quesada, quien no tiene ninguna relación con su oponente, sirvió en el gabinete del presidente Luis Guillermo Solís del Partido Acción Ciudadana (PAC).
El candidato oficialista tiene el apoyo y la maquinaria de la administración gobernante. También respalda el matrimonio homosexual y propone una plataforma para reducir el gasto público, la educación y la protección del medio ambiente.
En tanto, Alvarado Muñoz, un excongresista del pequeño partido evangélico de Restauración Nacional, quiere eliminar la educación sexual en las escuelas, así como restringir las leyes de aborto.
El gran catalizador de su surgimiento en la política costarricense de Alvaro Muñoz fue el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José.
La Corte Interamericana falló en enero pasado que las parejas del mismo sexo deben disfrutar de todos los derechos de la familia sin discriminación, incluido el matrimonio.
Alvarado Muñoz dice que si es elegido no reconocerá el fallo de la institución judicial y revocará un decreto que restableció los procedimientos de fertilización in vitro en los hospitales públicos.
Esta semana, el tribunal electoral de Costa Rica advirtió al candidato que no use la religión para atraer votos, una práctica que es inconstitucional y que viola el código electoral del país.
Alvarado Quesada, un científico y escritor político de 38 años que obtuvo el 21.63 por ciento de los votos en la primera ronda, fue el ministro más joven en el gabinete saliente del presidente Solís y podría convertirse en uno de los presidentes más jóvenes en la historia costarricense.
Sin embargo, es mejor conocido por su trabajo como ministro de Desarrollo Humano al encabezar el programa “Puente al desarrollo”, cuyo objetivo es reducir la pobreza y la pobreza extrema mediante la atención directa y personalizada a las familias necesitadas. (FUENTE: NOTIMEX)