WASHINGTON.- La cuenta atrás se acelera. Estados Unidos se acerca cada vez más a un cierre de Gobierno que podría tener graves consecuencias económicas y que parece inevitable debido al bloqueo de los republicanos afines al expresidente Donald Trump.
En la medianoche del domingo 1 de octubre, la Administración pública se quedará sin fondos, lo que llevaría al cierre de la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales, mientras que 1,3 millones de militares y cientos de miles de funcionarios dejarían de percibir su salario.
Además, según Goldman Sachs, el cierre podría afectar a la economía estadounidense, reduciendo el producto interno bruto (PIB) entre 0,15 y 0,2 puntos porcentuales por cada semana que se prolongue.
Pese a las graves consecuencias, parece imposible llegar a un acuerdo. Estas son las claves que explican por qué:
La rebelión del ala afín a Trump
El principal obstáculo son los republicanos afines a Trump, que se agrupan bajo el llamado «Freedom Caucus» (El Caucus de la Libertad) y que están echando un pulso al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, a quien consideran demasiado moderado.
Muchos miembros del «Freedom Caucus» se opusieron a nombrar a McCarthy como líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja en enero e, incluso, establecieron condiciones para su nombramiento, incluido un cambio de las reglas para que cualquier republicano pueda convocar una votación para destituirlo.
Además, para ser elegido líder de la mayoría republicana, McCarthy se comprometió a reducir el gasto de la Administración.
Sin embargo, en junio, cuando EE.UU. estaba al borde de un incumplimiento de su deuda soberana, McCarthy llegó a un acuerdo con Biden mediante el cual el Congreso permitió que el Ejecutivo siguiera tomando dinero prestado para sus deudas, pero a cambio de límites específicos en el gasto gubernamental.
Los legisladores afines a Trump se sintieron traicionados por ese acuerdo y ahora están pidiendo más recortes. En concreto, buscan establecer un límite de gasto público de 1,47 billones de dólares para el año fiscal 2024, lo que supone 120.000 millones de dólares más en recortes de lo acordado.
El «Freedom Caucus» puede ejercer ese tipo de presión sobre McCarthy porque los republicanos tienen una mayoría muy estrecha en la Cámara y el liderazgo necesita el apoyo de todos ellos para aprobar cualquier medida.