CHETUMAL.- Quintana Roo genera cerca de 3 mil toneladas de residuos sólidos a diario y solo cuenta con ocho sitios donde depositar esta basura; cuatro corresponden a rellenos sanitarios y otros cuatro a tiraderos a cielo abierto, de acuerdo a la información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Aunque los residuos sólidos urbanos son competencia del municipio (algunos concesionados) de acuerdo al artículo 115 constitucional, párrafo III, inciso C, “limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos”; son las instancias federales y estatales las encargadas de regular la Protección al Medio Ambiente.
Hay que anotar que en Quintana Roo existen cenotes y arrecifes que muestran grados de contaminación por lixiviados de dichos tiraderos de basura. El suelo de Quintana Roo es sumamente permeable y eso lo hace más vulnerable ante la contaminación.
De no ser mitigados los efectos de la contaminación, le estamos restando años de vida a nuestros ecosistemas, declaró el senador de la República, Raúl Bolaños-Cacho Cué, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
De acuerdo al titular de la Secretaría del Medio Ambiente en Quintana Roo, Efraín Villanueva Arcos, en su comparecencia en la Glosa del IV Informe de gobierno, existen nuevos esquemas para atender los residuos sólidos, mismos que han sido presentados a los presidentes municipales de la zona sur, como la termovalorización y la tecnología de vitrificación. La finalidad es que los rellenos sanitarios sean sustituidos por opciones que eviten la contaminación del medio ambiente.
Sin embargo, en Quintana Roo existe una crisis por la basura en todos los municipios del Estado, a excepción del relleno sanitario que comparten Isla Mujeres y Benito Juárez, que tuvo el año pasado una inversión de 4 millones 174 mil 893.74 pesos para la construcción de una celda para soportar las mil 400 toneladas de basura diaria de ambos municipios.
OÍDOS SORDOS
Desde otubre de 2004, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente empezó con la aplicación de la Norma Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003, “especificaciones de protección ambiental para la selección del sitio, diseño, construcción, operación, monitoreo, clausura y obras complementarias de un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos y de manejo especial”.
De acuerdo a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), “esta Norma Oficial Mexicana es de observancia obligatoria para las entidades públicas y privadas responsables de la disposición final de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial”.
Pese a ello, los rellenos sanitarios de Othón P. Blanco, Felipe Carrillo Puerto, Solidaridad y Tulum no observan la Norma, al grado de estar rebasados estos tiraderos, con lixiviados que llegan al manto freático.
Desde el 2017, los habitantes de la capital del estado sufren el problema de la recolección, transportación y disposición final de los residuos sólidos; así como también los de Bacalar que tienen su tiradero a cielo abierto.
“En la mayoría de los territorios que presentan un retraso tecnológico, los problemas relacionados con el inadecuado manejo de los residuos sólidos repercuten en la dimensión ambiental, social y económica, razón por la que es considerado un problema multidimensional. El cuidado del medio ambiente es una de las prioridades en el discurso político, sin embargo, ha resultado una tarea considerable debido a que el sector público no cuenta con los recursos técnicos y económicos suficientes para afrontar el problema. Es el caso de México, pues, aun cuando existen diferentes políticas, leyes y programas encaminados a proporcionar un adecuado manejo, la carencia de herramientas para su correcta implementación y gestión ha hecho de estos programas algo más que un discurso político-ambiental, donde la sociedad ha sido un observador escasamente participante”, señala la investigación de Luis Alberto Rojas-Castillo, Juan Roberto Calderón-Maya y Norma Angélica Oropeza-García, profesores de la Universidad de Quintana Roo y la UNAM.
LEY MUERTA
Aunque la Ley para la Prevención, Gestión integral y Economía circular de los Residuos Sólidos del Estado de Quintana Roo fue publicada en el Periódico Oficial del Estado el 17 de junio de 2019, hasta ahora no ha pasado nada, a excepción del centro de transferencia de Holbox, todos los rellenos sanitarios y los tiraderos a cielo abierto continúan contaminando el medio ambiente.
Por ejemplo, ya son cuatro veces que el fuego ha consumido parte de la basura del relleno sanitario de Othón P. Blanco, en Calderitas; así como el tiradero que tienen en Mahahual, que también ha sido víctima de dos incendios.
En su trabajo “la difícil tarea de la gestión de residuos sólidos en los municipios: caso Othón P. Blanco”, el investigador de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo), Alberto Pereira Corona, señala que, de acuerdo al Plan Estatal de Residuos Sólidos, en OPB se genera aproximadamente 228 toneladas diarias con una media per cápita de 0.78 Kg al día por habitante; siendo esta inferior al 0.87 que se genera en el estado. Solidaridad recolecta en promedio 3.6 kilos diarios de basura por habitante; concentra el 12% de la población del estado; y con 32 camiones hace el mayor esfuerzo de recolección (6,700 toneladas por unidad). En Isla Mujeres y Tulum, el indicador es cercano a 3 kilos; aunque juntos dan servicio al 3% de la población estatal; y al ser Islas, el esfuerzo de recolecta no es tan determinante. En el caso de Benito Juárez (1.37 kg/ hab./día), a pesar de que recolecta menos que Othón P. Blanco (1.47 kg/ hab./día); tiene que dar servicio al 50% de los quintanarroenses.
Poco interesa a los concesionarios de la basura y a los concesionadores (Ayuntamientos) observar las normas, pues la corrupción en la supervisión se hace presente, ni la Profepa, ni la Semarnat, ni la Sema han clausurado los tiraderos a cielo abierto, muchas veces por razones políticas, señalan especialistas en conservación al medio ambiente.
PROBLEMA LLEVADO AL SENADO
El problema de los tiraderos a cielo abierto en Quintana Roo ya llegó al Senado de la República, el año pasado, el senador Raúl Bolaños-Cacho Cué, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la LXIV Legislatura del H. Congreso de la Unión propuso un “punto de acuerdo respecto a la disposición final de residuos en el estado de Quintana Roo y al próximo arribo de sargazo en el Caribe Mexicano”.
La propuesta del senado Raúl Bolaños-Cacho especifica que la referencia es “al Municipio de Tulum en Quintana Roo… En Tulum existe un relleno sanitario, que desafortunadamente en marzo 2019 llegó a su máxima capacidad, declarándose por parte de la autoridad municipal una contingencia ambiental, ante la saturación de este tiradero. Asimismo, en el municipio existe un tiradero a cielo abierto que durante las últimas dos décadas contribuyó a la contaminación del entorno, ya que fueron depositadas en promedio 120 toneladas diarias de basura, lo que representa casi tres cuartos de millón de toneladas métricas que ahora constituyen cerros de desperdicio a cielo abierto, y a pesar de que el basurero llegó al límite de vida útil se ha constituido en un problema ecológico histórico, que significa una gran fuente permanente de contaminantes hacia el ambiente, en especial al manto acuífero, esto es, debido a que dicho tiradero a cielo abierto nunca fue clausurado”.
CRECE PROBLEMÁTICA
Recientemente, la Secretaría del Medio Ambiente reconoció que la falta de equipo para la disposición final de los desechos sólidos generados por la población de Quintana Roo y la falta de aplicación de medidas de reciclaje sumado al crecimiento poblacional, ha generado que rellenos sanitarios como el del municipio de Tulum y Othón P Blanco hayan agotado antes de lo previsto su tiempo de vida útil y comiencen a ser un problema para las autoridades de los 3 órdenes de gobierno
En febrero de este año, Efraín Villanueva Arcos, Secretario de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), informó que se está apoyando a los municipios en búsqueda de la tecnología para que sean superados los rellenos sanitarios, pues estos siguen generando contaminación al manto freático ante el incorrecto manejo de los desechos sólidos y los residuos lixiviados.
El objetivo es que los lixiviados, el mal manejo de los desechos sólidos, e incluso las aguas residuales sigan insistiendo en temas ambientales como lo es el caso de la lechuguilla en la Capital del Estado.
Villanueva Arcos agregó que la intención de superar los rellenos sanitarios no es exclusivo de la Zona Sur, sino, que para toda la entidad, buscando incluso aprovechar los desechos sólidos para generar economía procurando la protección al medio ambiente.
EXHORTO
El punto de acuerdo en el Senado de la República, exhorta, respetuosamente, a la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente del estado de Quintana Roo para que, en el ámbito de sus respectivas competencias, informe a esta Soberanía el estado actual de los rellenos sanitarios y tiraderos a cielo abierto que se encuentran en su estado, particularmente, del municipio de Tulum, Quintana Roo, así como las acciones que se pretenden realizar para la disposición adecuada de los residuos sólidos.
En el segundo punto, el Senado de la República exhorta, respetuosamente, al Gobierno del Estado de Quintana Roo para que, en el marco de sus atribuciones, informe a esta Soberanía, en coordinación con el municipal de Tulum, las acciones que se están llevando a cabo para remediar los daños ocasionados al ambiente y a los mantos acuíferos, por los tiraderos a cielo abierto en el municipio de Tulum, Quintana Roo.
Tercero, el Senado de la República exhorta, respetuosamente, a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, al Gobierno del Estado de Quintana Roo y a Gobierno Municipal de Tulum, a realizar mesas de trabajo que permitan la participación de todos los interesados para poner en práctica nuevas tecnologías y evitar la contaminación de las aguas en Tulum, ocasionada por los
tiraderos de basura a cielo abierto.
Y cuarto, el Senado de la República exhorta respetuosamente a la Secretaría de Marina para que, en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, realicen mesas de trabajo con el Gobierno del estado de Quintana Roo y con los sectores interesados, que permitan identificar las acciones para evitar los impactos negativos del sargazo en la próxima temporada de arribo.