CANCÚN.- Unos 13 millones de toneladas de sargazo provenientes de África se movilizan hacia el Océano Atlántico y el Mar Caribe, de acuerdo con el último monitoreo satelital de la Universidad de Florida, por lo que en los próximos meses se intensificará la llegada de la macroalga a las costas de Quintana Roo.
Esteban Amaro, director de la Red de Monitoreo de Sargazo, explicó que la arribazón de sargazo será atípica para este 2023; de hecho, ya se ha adelantado tres meses la temporada, lo que da un indicativo de la cantidad de la macroalga que llegará con la entrada del verano y los cambios climáticos.
Los recales actuales solo son el preludio de lo que se espera en verano, dado que se tiene el registro de un cinturón de ocho kilómetros que se moviliza hacia las costas, aseveró.
“El último reporte de la Universidad de Florida refiere que hay 13 millones de toneladas de sargazo que se mueven hacia el Océano Atlántico y al Mar Caribe, sin embargo, según las predicciones el 90 por ciento de la macroalga seguirá su camino hacia el Mar de los Sargazos y solo un 5 por ciento llegará a las playas mexicanas”, destacó.
Señaló que al Caribe mexicano se espera el arribo de 650 mil toneladas que se distribuirán en 9 kilómetros de la costa afectando principalmente a Tulum, Playa del Carmen, Puerto Morelos y Cancún, así como Mahahual y Xcalak.
Con relación al comportamiento actual del sargazo dijo que se tienen 17 playas con sargazo excesivo, 18 con abundante, 17 con moderado y 48 con baja presencia; es decir que de las 100 playas monitoreadas el 50 por ciento está libre y el resto oscila entre excesivo, moderado y limpio.
Añadió que debido a que se espera una llegada masiva del sargazo, la actual administración conformó mesas de trabajo en la que participan especialistas, dependencias de los tres niveles de gobierno, empresarios y organizaciones sociales para establecer estrategias que permitan lograr un mejor manejo del recale.
Esta estrategia ya ha permitido reducir los tiempos de limpieza de las playas, pues anteriormente se tardaban semanas y ahora esto solo toma días, ya que cuentan con datos anticipados sobre el comportamiento de estas algas y su probable recale.
La vigilancia también ha crecido de 80 a 100 playas.