CANCÚN.- Esta mañana, trabajadores sindicalizados de la empresa Hong Kong, en Cancún, iniciaron de nueva cuenta un paro provisional de labores, para exigirle a los directivos el pago de las comisiones que le corresponden a los repartidores y un bono que aún no han recibido diversos colaboradores del área de cocina.
Asimismo, denuncian que desde hace poco más de dos meses y medio han sido objeto de hostigamiento laboral por parte de los directivos, quienes han realizado cambios de puestos y obligaciones sin previo aviso.
Jesús González, subdelegado general de la CROC en esta empresa, agregó que el motivo principal de este propuesta es causa de las supuestas arbitrariedades que ha cometido la dueña de esta empresa en contra de los repartidores, a quienes les está exigiendo que renuncien al sindicato para pagarles sus comisiones.
Agregó que, por temor a perder su fuente de ingresos, al menos 10 repartidores se vieron obligados a firmar un papel en donde se señalaba su renuncia al sindicato, mismo que les entregó bajo presión la dirigencia de la empresa.
Jesús González señaló que son cerca de 20 trabajadores, entre repartidores, telefonistas, cocineras, los cuales sufren hasta la fecha de estos hostigamientos laborales.
Por su parte, Erminio López, un repartidor afectado, detalló que la empresa gana 33 pesos por cada pedido, de los cuales 4 pesos le deben corresponder a los repartidores, aunque esta cantidad ha dejado de ser percibida por ellos desde que se sindicalizaron.
Agregó que son cerca de 600 pesos que ya no reciben, a causa de este “recorte arbitrario”, por lo que espera que el sindicato tome cartas en el asunto para evitar que esta situación vuelva a derivar en una huelga general.
Cabe mencionar que estos “hostigamientos” iniciaron poco después de que cerca de 300 trabajadores disolvieran la huelga que, en marzo, levantaron por quince días a causa de la mal tabulación de su salario.
En su momento, Martín Maldonado, coordinador sindical de la CROC, comentó que se había logrado llegar a un acuerdo con dicho grupo restaurantero no solo para respetar el salario de los trabajadores, sino también para evitar represalias a causa de dichas protestas.