CDMX.- Dos años después de su campaña para acabar con la evasión fiscal desenfrenada y la corrupción en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador está ‘asustando’ a los ricos a enviar su dinero al extranjero.
Las primeras señales de esta fuga de capitales se remontan a los preparativos de la victoria electoral aplastante de López Obrador en 2018, y se montaron después de que el Presidente implementara nuevas leyes contra la evasión de impuestos a finales del año pasado, según entrevistas con una docena de gestores de patrimonio, asesores fiscales y banqueros.
Ahora, la respuesta de López Obrador a la pandemia -en la que se niega a dar estímulos fiscales para apuntalar la economía y agudiza sus ataques retóricos a mexicanos ricos vinculados a administraciones pasadas- se suma al éxodo.
“El teléfono no deja de sonar desde México”, dijo Philippe Stiernon, con sede en Miami, fundador de ROAM Capital, que ayuda a las empresas de capital privado de Estados Unidos a recaudar dinero en América Latina. “Todos los días se oye de una nueva familia mexicana que se muda a Miami.”
Aunque gran parte de la evidencia es anecdótica, hay varios puntos de datos que resaltan el alcance de la tendencia: los mexicanos invirtieron casi cuatro veces más dinero en inversiones de cartera en el extranjero que en 2018.
Los precios inmobiliarios en los barrios acomodados de la capital han caído este año; y la inversión interna ha caído en 17 de los últimos 18 meses -una tendencia alarmante para una economía que necesitará capital para recuperarse del virus-.
Desde muchas ópticas, por supuesto, la cruzada de López Obrador tiene sentido. México es uno de los países más corruptos y desiguales del mundo, y tiene la tasa de recaudación de impuestos más baja de las 37 naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. La gente era reacia a hablar de sus temores, pero al escuchar que los asesores de patrimonio lo dicen, la preocupación no es tanto que sus clientes ricos tengan que pagar impuestos más altos, sino que AMLO use la campaña para apuntar injustamente a ellos.
“Algunos de mis clientes eran grandes partidarios de la oposición”, dijo David Lesperance, asesor de impuestos e inmigración en Polonia que ayuda a ricos del mundo a huir de ‘regímenes’ que apuntan a sus fortunas. “Están preocupados por las represalias de los ataques de AMLO” en la agencia tributaria de la nación.
La oficina de prensa de López Obrador no respondió a solicitudes de comentarios, así como tampoco la Secretaría de Hacienda.
Con el empeoramiento de la crisis del coronavirus -México superó esta semana a Italia con la cuarta cifra más alta de muertes en el mundo-, podría salir más dinero del país. Discretamente, uno de los clientes de Lesperance había planeado escapar a Europa cuando estalló la pandemia. Puso ese plan en espera mientras aumentaban los casos en Europa y huía a Canadá, donde podía obtener rápidamente una visa y acceso a la atención médica, y ahora les dice a sus amigos y familiares que lo sigan.
López Obrador, quien construyó su carrera denunciando la desigualdad y la corrupción entre la élite de la nación, tiene poca paciencia con las críticas a sus medidas. Ha protestado contra detractores conservadores que, según él, quieren etiquetarlo como un ‘peligro para México’, que reemplazará la democracia en ciernes con normativas autocráticas. Les ha dicho a todos que se calmen e insiste en que no va a hacer nada más radical que lo que presentó en su campaña presidencial.
La fuga de capitales, sin duda, no es un fenómeno exclusivo de México en este momento. La pandemia y el colapso económico que ha provocado han llevado a los inversionistas a sacar dinero de países de todos los mercados emergentes. El peso, con una caída de 16 por ciento este año, es una de una serie de monedas que ha disminuido su valor frente al dólar.
Pero las leyes fiscales de López Obrador, aprobadas en octubre, han hecho que esas salidas se vuelvan más pronunciadas en México.
Alejandro Garza, director de inversiones de Aztlan Equity Management, dijo que la mayoría de las firmas gestoras de patrimonio que conoce en el centro industrial de Monterrey hace mucho tiempo que han transferido dinero al extranjero, incluso cuando una guerra contra las drogas sacudió la ciudad hace una década. Los clientes se retiraron aún más cuando el ascenso de López Obrador se hizo inevitable, con algunas comparaciones con Venezuela, donde el Gobierno socialista confiscó activos y dejó los negocios sumidos en el caos, dijo.
AMLO dirige “un gobierno antiempresarial y muy antagónico que está tratando de usar este perceptible choque entre ricos y pobres como una forma de mantener su popularidad”, señaló Garza.
Ahora el dinero fluye hacia otro lado; las inversiones de cartera fuera del país prácticamente se cuadruplicaron el año pasado 5 mil 600 millones de dólares, según datos del banco central. (El Financiero)