CDMX.- El narcotraficante Ovidio Guzmán López ha sido extraditado este viernes a Estados Unidos, donde enfrentará cargos por narcotráfico, según ha confirmado el fiscal general estadounidense, Merrick B. Garland. El traslado fue ejecutado por Interpol, de acuerdo a lo reportado por medios estadounidenses. El hijo de Joaquín El Chapo Guzmán fue arrestado la madrugada del 5 de enero en un operativo del Ejército en Jesús María, un pequeño poblado del Estado de Sinaloa, y desde entonces había permanecido detenido en el penal de máxima seguridad del Altiplano. Los Chapitos, la rama del Cartel de Sinaloa que dirigen los hijos de Guzmán, condenado en Estados Unidos por narcotráfico, es señalada por supuestamente liderar la producción y el trasiego de fentanilo desde México hacia el norte. El ratón, como también se le conoce, enfrenta cargos por tráfico de cocaína, metanfetaminas y marihuana.
“Hoy, como resultado de la cooperación policial entre Estados Unidos y México, Ovidio Guzmán López, líder del Cartel de Sinaloa, fue extraditado a Estados Unidos”, ha señalado Garland en un comunicado. “Esta acción es el paso más reciente en el esfuerzo del Departamento de Justicia para atacar todos los aspectos de las operaciones del cartel”. Después de algunas horas de especulaciones sobre la extradición, el mensaje del fiscal general ha confirmado el traslado. “Agradezco a nuestros homólogos del gobierno mexicano por esta extradición. El Departamento de Justicia seguirá responsabilizando a los responsables de alimentar la epidemia de opioides que ha devastado demasiadas comunidades en todo el país”, ha concluido. El escueto mensaje no señalaba a qué punto de Estados Unidos fue trasladado Guzmán López.
Las autoridades estadounidenses habían solicitado formalmente la extradición de Ovidio Guzmán en febrero de este año. La Fiscalía del Distrito de Columbia le acusa de haber traficado una tonelada de marihuana y al menos cinco kilogramos de cocaína. Además está acusado del trasiego de al menos 500 gramos de metanfetaminas. Su acusación fue armada en julio de 2017, pero se mantuvo clasificada hasta enero de 2019. Ese año, el Ejército mexicano detuvo por primera vez al hijo menor de El Chapo, en un episodio que pasó a la historia con el nombre de Culiacanazo. El Cartel de Sinaloa tomó las calles de Culiacán y asedió a la población con el objetivo de que las autoridades soltaran a su líder. Para evitar mayores incidentes, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó su liberación.
El fiasco llevó a una coordinación entre las fuerzas de Estados Unidos y México, que le siguieron durante meses hasta dar con él nuevamente en enero de este año. En esa segunda ocasión, el operativo fue brutal. El recuento oficial señaló que 29 personas murieron, entre ellos, 10 militares. Culiacán, y principalmente Jesús María, quedaron bajo el fuego cruzado durante horas. Sin embargo, tras el fracaso de 2019, el Ejército logró sacar a Guzmán López de Sinaloa rápidamente y trasladarlo a Ciudad de México. Desde entonces, la defensa del narcotraficante se enfocó sin éxito en paralizar la extradición a Estados Unidos.
El Departamento de Estado de EE UU ha asegurado que el Cartel de Sinaloa “controla las actividades de tráfico de drogas en regiones clave de México, especialmente a lo largo de la costa del Pacífico”. A través de puntos estratégicos posicionados a lo largo de la frontera, “el cartel introduce en Estados Unidos cantidades de varias toneladas de drogas ilícitas, incluidos fentanilo, heroína y metanfetamina”. El perfilado del Gobierno estadounidense apunta que una parte del cartel está encabezada por Ismael El Mayo Zambada. Mientras que la otra, Los Chapitos, está encabezada por los hermanos Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, los hijos mayores de El Chapo, junto a su hermanastro Joaquín Guzmán López. Ovidio Guzmán López trabajaba a la par de sus hermanos hasta ser detenido.