ESPAÑA.- La organización separatista vasca ETA anunció oficialmente el jueves su desmantelamiento y el fin de “toda su actividad política”, en un comunicado divulgado por varios medios españoles.
“ETA ha desmantelado totalmente el conjunto de sus estructuras. ETA da por concluida toda su actividad política”, indicó la “declaración final” fechada el 3 de mayo y rubricada con su sello de un hacha y una serpiente enroscada.
El comunicado se complementó con un video en el que se escucha la voz de los históricos etarras Josu Urrutikoetxea, Josu Ternera, y Marisol Iparraguirre, Anboto, leyendo en euskera (lengua vernácula vasca) y en castellano la declaración.
El paso dado hoy por ETA ya se preveía y ayer mismo se hizo pública una carta, fechada el 16 de abril, en el que anticipaba el anuncio de hoy.
La novedad es el video difundido por medios digitales vascos con el protagonismo de históricos activistas de la banda.
Asimismo, mañana viernes está convocado en Cambo (sur de Francia) un acto para escenificar el final de ETA con la presencia de representantes de varias entidades sociales y políticas y cargos electos franceses y algunos políticos nacionalistas procedente del País Vasco.
Fundada en 1959 bajo la dictadura de Francisco Franco, acusado de reprimir la cultura vasca, ETA dejó una estela de violencia con al menos 829 personas muertas a lo largo de cuatro décadas en su campaña por la independencia del País Vasco y Navarra.
Catalogada como grupo terrorista por la Unión Europea, ETA mató en atentados con bomba o tiros en la nuca a políticos, policías, militares, juristas y civiles, y también recurrió a secuestros y extorsiones.
Pero golpeada por los sucesivos golpes policiales y ante el rechazo mayoritario de la población vasca, la organización renunció en el 2011 a la violencia y el año anterior aseguró haber entregado sus armas a las autoridades francesas.
La respuesta de Rajoy
El gobierno de España ya advirtió poco antes a la organización que no espere ninguna concesión a cambio. “Haga lo que haga ETA no va a encontrar ningún resquicio para la impunidad de sus crímenes”, dijo el jefe de gobierno conservador Mariano Rajoy.
“No consiguió nada cuando dejó de matar (…) y tampoco va a conseguir nada ahora”, insistió el mandatario, contrario a dialogar con el grupo.
Crímenes sin resolver
Organizaciones de víctimas siguen exigiendo que ETA asuma sus responsabilidades criminales y ayude a esclarecer 358 asesinatos no dilucidados.
“Este no es el final de ETA que queríamos (…) debía de haber sido diferente”, afirmó Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo Covite y hermana de un político vasco conservador asesinado en 1995, en un evento el miércoles en San Sebastián (norte), una de las ciudades más golpeadas por los atentados.
Políticos españoles y las víctimas se indignaron ante el mensaje de la organización el pasado 20 de abril en el que sólo pidió perdón por las víctimas “sin responsabilidad” en el conflicto, dando a entender que los asesinatos de policías y militares eran legítimos.
Y el combate se centra ahora en el relato: mientras independentistas defienden que lo ocurrido fue una lucha entre insurgentes y opresores del pueblo vasco, las víctimas y los historiadores recuerdan que ETA continuó matando, incluso con más virulencia, tras la muerte del dictador (al menos 786 personas).
El futuro de los encarcelados
Si bien la inmensa mayoría de la sociedad vasca rechaza la violencia, una minoría sigue reclamando la independencia. La coalición separatista Bildu, segunda fuerza del Parlamento regional, obtuvo 21% de los votos en las regionales del 2016.
Bildu y el partido nacionalista PNV de Urkullu reclaman que los alrededor de 300 presos de ETA que cumplen sus condenas en España y Francia sean acercados a sus familiares.
Madrid ha negado cualquier contrapartida a la disolución de ETA, pero Urkullu indicó este jueves que el jefe de gobierno, Mariano Rajoy, sería “sensible” a un cambio en la política penitenciaria
Por contra, al menos 62 personas del entorno independentista murieron a manos de grupos parapoliciales y de ultraderecha, según el informe Foronda de la Universidad del País Vasco, y existen más de 4.100 denuncias por torturas policiales entre 1960 y 2014, según otro estudio del gobierno vasco. (FUENTE: EL COMERCIO)