CALIFORNIA. Los bomberos batallan sin parar contra varios incendios activos durante estos días en California en Estados Unidos, aunque parecían haber hecho progresos en algunos de los fuegos más importantes en medio de las evacuaciones masivas y los cortes de electricidad.
Atizados por los fuertes vientos, dos nuevos incendios se declararon hace unas horas cerca de Los Ángeles, quemando varias casas y forzando a los residentes a desalojar a toda prisa.
Uno de ellos, llamado incendio “Hillside”, se extendía en San Bernardino, unos 100 kilómetros al este de Los Ángeles, mientras el otro, el “46”, crepitaba en el vecino condado de Riverside.
Cientos de bomberos apoyados por helicópteros cisterna atacaban los fuegos alentados por los llamados “vientos de Santa Ana”, que provocaron advertencias inéditas de riesgo de incendio “extremadamente crítico”.
Un residente de San Bernardino, Matthew Valdivia, de 35 años, contó que eran las 2 de la mañana cuando despertó sintiendo un fuerte olor a humo y despertó a su esposa Wendy, gritando “¡Fuego, fuego!”.
La pareja consiguió levantar a sus cuatro hijos rápidamente, recogió apenas los documentos y todos huyeron a toda prisa, alertando a sus vecinos. El fuego que ha quemado 80 hectáreas dejó su casa hecha cenizas.
“Es devastador”, dijo Valdivia. “Era nuestro primer hogar (…) Trabajo 72 horas por semana para vivir el sueño americano”.
El Servicio Nacional de Meteorología informó que, aunque las alertas rojas seguirán vigentes en la zona de Los Ángeles y Ventura, las condiciones han mejorado.
“Los vientos son un poco más suaves ahora que en la mayoría de las áreas, lo que es una buena noticia para nuestros bomberos”, indicó.
El el norte de California, los bomberos reportaron importantes progresos contra el enorme incendio “Kincade”, que se encendió el 23 de octubre y ha devastado el condado de Sonoma, la región vinícola al norte de San Francisco.
Ese incendio, que ha sido el mayor de la temporada, hasta ahora ha destruido 300 casas y otras propiedades, incluyendo varios viñedos, en una extensión de 31.000 hectáreas. Este jueves estaba controlado en un 60%.
La orden de evacuación fue levantada este jueves y decenas de miles de residentes pueden volver a sus hogares.
“Muchas amenazas”
Entretanto, los bomberos seguían batallando contra el incendio “Easy” en Simi Valley, en el noroeste de Los Ángeles, que se desató el miércoles y llegó peligrosamente cerca de la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan, que escapó del siniestro.
Cerca de 30.000 personas se vieron forzadas a evacuar cuando las llamas rugían en medio de la noche, alimentadas por ráfagas de viento de hasta 112 kilómetros por hora que incluso dieron vuelta a algunos camiones en una carretera cercana.
Más de 700 bomberos luchaban contra este fuego apoyados por helicópteros, aviones cisterna y retardantes de fuego.
“Todavía no lo hemos vencido”, dijo el jefe de bomberos del condado de Ventura, Mark Lorenzen, a periodistas a última hora del miércoles. “Tendremos otras 24 horas de condiciones meteorológicas importantes y muchas amenazas”.
No estaba claro qué desató el incendio “Easy”, pero el operador eléctrico del sur de California, Edison, indicó que comenzó cerca de una de las líneas eléctricas que no habían sido cortadas.
Edison, así como otras compañías de energía en California, ha estado cortando la alimentación de líneas de alta tensión a cientos de miles de usuarios para reducir la posibilidad de cortocircuitos.
Según el Departamento de Bomberos del condado de Ventura, el incendio “Easy” había quemado hasta el jueves unas 700 hectáreas y estaba contenido en un 10%.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró emergencia en todo el estado para garantizar fondos de asistencia.
La temporada de incendios causa estragos regularmente en California, pero la frecuencia de incendios ha aumentado significativamente en los últimos años. En noviembre de 2018, el estado registró uno de los fuegos más mortíferos de su historia. Causó la muerte de 86 personas y el desplazamiento de varias decenas de miles.
Este año no ha habido víctimas mortales de los incendios. (FUENTE: AFP)