CANCÚN.- Con maquinaria pesada, hoy arrancó el trabajo de demolición del histórico estadio “Beto Ávila”, para dar lugar a uno más moderno y de mayores dimensiones.
Trabajadores comenzaron retirando material, para luego dar lugar a las maquinarias pesadas, que comenzaron a derribar las gradas utilizadas por cancunenses por décadas, para vitoriar a los Tigres de Quintana Roo, así como antes a los extintos Marlines y Langosteros.
Pasillos, bases de concreto y muros fueron echados abajo, mientras un pequeño grupo, de menos de 10 personas, juntaba firmas afuera para exigir la preservación de las canchas de tenis, que también serán demolidas. Ya previamente el material útil, como cableado, iluminación, torres y butacas, habían sido retirados del lugar.
Curiosamente, los trabajos fueron detenidos temporalmente, por la falta de un permiso de demolición, que la empresa ya había obtenido, pero que no la tenían consigo cuando arribaron autoridades a inspeccionar los trabajos. Un representante tuvo que traerla desde las oficinas centrales para reanudar los trabajos.
Este estadio ha sido renovado ya varias veces en sus poco más de cuatro décadas de historia, primero al duplicar su aforo para poder ingresar a la Liga Mexicana de Beisbol, en los 80s con los Langosteros, y luego después para dar acogida a los Tigres, en 2007, después de los serios daños causados por el huracán Wilma.
Esas inversiones, sin embargo, quedan empequeñecidas en comparación con el proyecto de más de 200 millones de pesos que trae la Sedatu para este espacio, que harán del “Beto Ávila” el mejor estadio de beisbol del Sureste mexicano.