BIRMNIA.- El ejército de Birmania declaró este lunes el estado de emergencia y toma el control político del país durante un año tras detener a varios miembros del Gobierno, informa el canal de televisión controlado por los militares.
El hasta ahora vicepresidente Myint Swe, que fue nombrado en el cargo por los militares gracias a los poderes que les reserva la actual Constitución, asume la presidencia; mientras que el jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, controlará a las autoridades, apuntó el canal Myawaddy News.
La toma del poder castrense llega horas después de la detención de parte del Ejecutivo, entre ellos la líder de facto, la Consejera de Estado y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, y el hasta hoy presidente, Win Myint, además de políticos y activistas.
AMENAZA DE ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos instó el domingo a los militares birmanos a liberar a los dirigentes detenidos, incluyendo la jefa de facto del gobierno, Aung San Suu Kyi, y amenazó con una respuesta de Washington.
Suu Kyi, Nobel y antiguo icono de la democracia, y el presidente del país, Win Myint, fueron detenidos tras semanas de tensiones entre los militares, que ostentan un enorme poder, y el gobierno civil sobre denuncias de fraude en las elecciones de noviembre.
“Estados Unidos se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las recientes elecciones o impedir la transición democrática en Birmania, y tomaremos acciones contra los responsables si esas medidas no se revierten”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki en un comunicado.
“Instamos a los militares y a todas las partes a adherirse a las normas democráticas y el estado de derecho, y liberar a quienes fueron detenidos hoy”, añadió la vocera del nuevo presidente estadounidense, Joe Biden.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó “firmemente” el arresto de los líderes políticos.
“La declaración de transferencia de todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales a los militares (…) representa un duro golpe a las reformas democráticas en Birmania”, añadió Guterres.