BARCELONA.- Si al Barcelona le esperaba un febrero de vértigo, el sorteo de las semifinales de la Copa del Rey lo convirtió en infernal. Le correspondió en suerte el Real Madrid, rival con el que cerrará en la vuelta de esta eliminatoria un mes con siete partidos en los que, debiendo reafirmar su papel de favorito en la Liga, abrirá los octavos de final de la Champions en Lyon… Y se jugará el pase a la final de Copa con este Clásico explosivo. La otra serie será entre Valencia y el Betis de Guardado y Lainez.
La ida se celebrará el 6 de febrero en los estadios Benito Villamarín y el Camp Nou, y la vuelta el 27 de este mes en Mestalla y Santiago Bernabéu, y entre esas dos fechas se jugarán la ida de octavos de final de la Liga de Campeones y las eliminatorias de dieciseisavos de final de la Liga Europa.
El partido de vuelta, en el Camp Nou, se disputará tres días antes del Clásico de Liga en el Bernabéu, donde el equipo de Solari tendría la ocasión de reengancharse al campeonato de la regularidad, teniendo en cuenta que en las cuatro jornadas previas el calendario es, a priori, mucho más exigente para el grupo de Valverde.
Más allá de la excitación que provoca esta final adelantada y de que alrededor del club fueran mayoría los que deseaban el cruce con los merengues, en el vestuario azulgrana el emparejamiento no se recibió con tanta euforia. El choque de ida queda encuadrado entre dos duelos que se aventuran de máxima tensión: primero ante el Valencia en el Camp Nou, este sábado, y después, el siguiente domingo, en San Mamés frente al Athletic de Bilbao.
Son dos partidos históricamente complicados para el Barça y que provocan absoluto respeto en la situación actual de los dos equipos: el Valencia, que enfrentará al Betis de Guardado y Lainez en la otra eliminatoria copera, suma dos victorias consecutivas en la Liga y, situado en séptima posición, parece ir dejando atrás su horroroso inicio de temporada; el Athletic, por su parte, suma siete jornadas sin perder y ha abandonado el fantasma del descenso.
Si el Real Madrid, que este jueves se clasificó sin más problemas en Girona, tiene el derbi en el Wanda Metropolitano como gran prueba el 9 de febrero, sus otros rivales ligueros dan a pensar en mayor comodidad comparada con el Barça, debiendo recibir a Alavés y Girona antes de visitar al Levante, como previo al partido de vuelta de la semifinal de Copa y después de haber visitado en Champions al Ajax. (FUENTE: ESPN)