CHETUMAL.- En medio de gritos y empujones de sus simpatizantes, así como peticiones de diversos grupos, fue recibido esta mañana el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al salir del hotel donde pasó la noche como parte de su visita a Quintana Roo para supervisar los trabajos del Tren Maya.
La llegada del presidente a Quintana Roo fue aprovechada por grupos inconformes, como trabajadores del sector educativo, quienes todavía esperan el pago del sistema de carrera administrativa; así como ejidatarios de Laguna Om, quienes piden que se mantenga la estación del Tren Maya de Nicolás Bravo en el lugar originalmente proyectado.
El presidente únicamente se limitó a saludar a algunas personas detrás de las vallas de seguridad y aunque un grupo de reporteros intentó cuestionarlo sobre diversos temas, a duras penas destacó que las obras del Tren Maya van a buen ritmo.
“Estoy abonado a Chetumal”, afirmó el presidente, en referencia a las múltiples visitas que ha hecho a esta ciudad, para verificar el avance de este proyecto ferrocarrilero.
En corto tiempo López Obrador abordó la unidad que lo trasladó hasta el aeropuerto de la ciudad capital para abordar el helicóptero con el que realizaría el sobrevuelo por los tramos 5 y 6.