Durante su visita, el gobernador de Quintana Roo verificó la instalación de los filtros desinfectantes, la repartición de gel antibacterial, el uso obligatorio de cubrebocas y el despliegue de los miembros del programa “Enlaces de Participación Social”, mejor conocidos como “chalecos y gorras amarillos”.
En el tianguis, ubicado sobre la calle 20 de noviembre, a unos metros de la avenida Rancho Viejo, el gobernador Carlos Joaquín señaló que en Quintana Roo todavía estamos en color amarillo en el semáforo epidemiologico estatal, y durante la semana del 2 al 8 de noviembre se mantiene en el mismo color; sin embargo, el norte está a un paso de volver al color naranja, al estar en .98 a .99 en riesgo de contagio.
Revisó, además, la instalación de centros de lavado de manos donde, con el uso de letreros, se recuerda a la población la aplicación de los protocolos sanitarios, fundamentalmente el cuidado de la sana distancia y el uso obligatorio de cubrebocas.
“Lo importante de la reactivación es lograr el equilibrio entre el cuidado de la salud y la economía. Sabemos que no es fácil en un sitio como éste, que es un espacio de la realidad que vivimos: las necesidades de tipo económico y de generar ingresos para muchas familias, de ofrecer mejores condiciones de precios también, pero siempre con el cuidado de la salud”, destacó el gobernador Carlos Joaquín.
Durante el recorrido, el titular del Ejecutivo subrayó la importancia de no bajar la guardia y evitar rebrotes que pongan en peligro la reactivación de la economía, afectada a causa de la pandemia.
El gobernador escuchó los planteamientos de los comerciantes y atendió, junto con la presidenta municipal de Benito Juárez Mara Lezama, diversas peticiones de la ciudadanía.