CIUDAD DE MÉXICO.- Tres megaproyectos, el Tren Maya, el Corredor Transísmico y el Proyecto Integral Morelos (PIM) “fortalecen la violación a los derechos de los pueblos indígenas” con la ocupación de sus territorios, de acuerdo con los ponentes del foro “Derecho de Réplica” de la organización DesInformémonos.
Hoy en día los pueblos están amenazados “por dónde se les vea”, porque son los dueños de las grandes reservas naturales del país, en momentos en que el Gobierno busca desarrollo a través de proyectos que sólo producen “depredación” que pone en riesgo al país, explicó el periodista Hermann Bellinghausen.
Los activistas explicaron que previo a la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República existía una suerte de esperanza. La situación del país no cambiaría del todo, pero al menos los pueblos indígenas podrían descansar.
“Se pensaba que no nos matarían tanto”, dijo la lingüista mixe Yásnaya Aguilar.
Pese a la promesa, la opresión y la sangre siguieron su curso, acusaron los ponentes.
De acuerdo con Aguilar, la primera transgresión fueron las consultas populares. Aunque las comunidades indígenas no se oponen al progreso, consideró que debió respetarse la autodeterminación de los pueblos para que realizaran su propia consulta y, posterior a ella, generaran un acuerdo con el Gobierno. En cambio, explicó que las autoridades impusieron una consulta que no representó la voz de todos los pueblos.
Además de la autodeterminación, la lingüista consideró que hoy existe una “lucha por la vida”, ya que los usos y costumbres de los pueblos indígenas están en riesgo con la llegada de proyectos que aunque velan por la inversión y el desarrollo, se apropian de la herencia cultural de los pueblos [como el territorio] a través de “simulaciones” [como las consultas].
Teresa Castellanos, integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA), confirmó la existencia de agresiones relacionadas con el PIM, en Morelos, Puebla y Tlaxcala. (Agencias)