CIUDAD DE MÉXICO.- El pasado 30 de mayo, el Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA detectó la formación de una tormenta de polvo en Marte. Para el 20 de junio, el fenómeno meteorológico ya envolvía por completo el planeta rojo. Este jueves 19 de julio, la NASA ha publicado un vídeo que muestra la evolución de la tormenta cuyo polvo ha envuelto la superficie en ese periodo.
Los científicos han observado que estas tormentas de polvo se forman cada seis u ocho años, lo que es equivalente a tres a cuatro años marcianos). Sin embargo, todavía no hay datos suficientes sobre las causas de su formación y evoluciónporque solo ocurren de vez en cuando. Hasta ahora, lo que se sabe es que las tormentas que se vuelven globales en Marte ocurren cuando varias tormentas más pequeñas levantan suficiente polvo para envolver la superficie de el planeta rojo.
Michael Smith, científico del Goddard Spaceflight Center en Greenbelt y quien trabaja en el instrumento THEMIS, dijo en el comunicado de la NASA:
Este es uno de los eventos meteorológicos más grandes que hemos visto en Marte [desde que comenzaron las observaciones de naves espaciales en la década de 1960]. Tener otro ejemplo de tormenta de polvo realmente nos ayuda a entender qué está pasando.
Mientras que el Opportunity entró en modo de hibernación dada la imposibilidad de cargar sus paneles solares por la tormenta, su hermano el Curiosity ha estado estudiando el suelo marciano desde el cráter Gale. Afortunadamente, señala la NASA, el polvo ha actuado como un aislante atmosférico, lo que ha evitado que las temperaturas nocturnas caigan a menos de lo que el Opportunity puede soportar.
Con base en una tormenta que ocurrió en el 2001, los científicos de la NASA estiman que la neblina resultante de la tormenta global en Marte pudiera llegar a despejarse hasta septiembre. Para ese entonces, las condiciones podrían ser lo suficientemente favorables como para retomar el contacto con el Opportunity. Sin embargo, cabe la posibilidad de que los paneles solares del rover estén cubiertos por una fina capa de polvo, lo que retrasaría su recuperación semanas o incluso meses