CULIACÁN.-La declaración de culpabilidad del legendario capo de la droga mexicano, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, viajó rápidamente a su estado natal, -Sinaloa-, donde lugareños dijeron que sentían pena por un hombre al que muchos consideran un héroe popular y benefactor comunitario.
Guzmán fue hallado culpable de traficar toneladas de droga a Estados Unidos durante más de dos décadas, consolidando su poder en México mediante asesinatos y guerras con los cárteles rivales.
La reacción a la caída del capo en Sinaloa, hogar de remotos poblados montañosos y playas soleadas a lo largo de la costa del Pacífico mexicano, fue desde el lamento hasta la resignación.
“Esto va a seguir. El narcotráfico nadie lo para. Aunque lo hayan agarrado a él, o que hayan dado esa cadena perpetua que consideran que se la merece, pues no va a cambiar nada aquí en México”, dijo Gildardo Velázquez en la calurosa capital de Sinaloa, Culiacán.
Una sensación de tristeza entre algunos lugareños salió a flote cuando se difundió la noticia de la decisión del jurado en la corte federal de Brooklyn.
“Como sinaloense, pues sí, nos dolió, es la verdad”, dijo un hombre de cabello gris que llevaba una gorra de béisbol, quien se describió a sí mismo como un nativo de Badiraguato, la ciudad natal de Guzmán, pero se negó a dar su nombre.
“Sabemos que aquí cerca en Badiraguato ayudó a mucha gente, (construyó) caminos, escuelas, iglesias; pues sí, van a sufrir, porque falta apoyo, porque el gobierno no da el apoyo que se requiere “, agregó.
Guzmán no será sentenciado formalmente hasta el 25 de junio, aunque los fiscales dijeron que esperan que reciba una cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El narcotraficante surgió de los mismos humildes orígenes en Sinaloa que produjeron muchos otros importantes capos mexicanos. Después de escapar de prisión dos veces -en 2001 y 2015- fue recapturado a principios de 2016, y un año después extraditado a Estados Unidos para ser juzgado.
A pesar de los detalles sangrientos emanados del juicio, que incluyeron el testimonio de más de 50 testigos, muchos residentes locales lo siguen comparando con un Robin Hood moderno, ignorando los asesinato y el caos que dejó tras de sí.
Otros expresaron temor de que la anarquía en todo México crezca a medida que los antiguos rivales luchan por el espacio que quedó después de que Guzmán fue hallado culpable de 10 cargos presentados en su contra.
“Yo me imagino que puede ser algo contraproducente”, dijo Carlos, un hombre más joven que llevaba audífonos y se negó a dar su apellido. “Hay más gente que quiere controlar todo eso, todo lo que El Chapo manejaba”. (FUENTE: EL FINANCIERO)