WASHINGTON.- El presidente Donald Trump y los gobernadores de estados fronterizos trabajan para desplegar “inmediatamente” a la Guardia Nacional en la frontera con México para detener la inmigración ilegal, y posiblemente algunas tropas llegarían el miércoles en la tarde, informó Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional.
“La amenaza es real”, dijo Nielsen en una reunión con la prensa durante la tarde, y agregó que Trump estaba firmando la proclama para que el despliegue entre en vigor. “Es hora de actuar”.
El anuncio fue efectuado horas después de que Trump mencionara “medidas enérgicas hoy” contra la inmigración, un día después de que dijo que desea usar a las fuerzas armadas para asegurar la frontera sureña hasta que se construya su “muro grande y hermoso”.
Trump le dijo a la prensa el martes que había conversado con el secretario de Defensa, Jim Mattis, sobre la idea de utilizar a las fuerzas armadas en la frontera.
“Vamos a hacer las cosas militarmente. Hasta que podamos tener un muro y la seguridad como se debe, vamos a resguardar nuestra frontera con las fuerzas armadas”, dijo, y añadió que se trata de un “gran paso”.
Trump ha estado frustrado por la falta de progreso en la construcción del muro. Previamente, ha sugerido usar el presupuesto del Pentágono para pagar por su construcción, bajo el argumento de que es una prioridad de seguridad nacional, pese a las regulaciones estrictas que prohíben gastos que no sean autorizados por el Congreso.
El gobierno federal ya ha enviado fuerzas armadas a la frontera, mediante el despliegue de efectivos de la Guardia Nacional. En 2006, bajo la Operación Jump Start, se enviaron 6.000 elementos a fin de aumentar la seguridad y vigilancia. Para esa operación se usaron agentes de la Guardia Nacional con el fin de ayudar a la Patrulla Fronteriza con tareas no relacionadas a la aplicación de leyes mientras se contrataba y capacitaba a nuevos agentes.
Durante el segundo año esa cifra bajó a unos 3.000.
A lo largo de los dos años, unos 29.000 efectivos de la Guardia Nacional participaron en las misiones, a medida que se rotaba el despliegue de los efectivos.
Los uniformados de la Guardia fueron usados para labores de apoyo de vigilancia, comunicaciones, asuntos administrativos, espionaje, análisis y, en algunos casos, la instalación de infraestructura de seguridad fronteriza. Durante los dos años, se construyeron más de 48 kilómetros (30 millas) de cercas y 21 kilómetros (13 millas) de carretera y se instalaron más de 138 kilómetros (86 millas) de barreras para vehículos.
No se usaron soldados estadounidenses activos en la operación porque hay normas que prohíben que se usen los llamados soldados del Título 10 para labores policiales y similares dentro de Estados Unidos.
Además, el expresidente Barack Obama envió unos 1.200 agentes de la Guardia Nacional a la frontera con México en el 2010 para apoyar el combate contra el contrabando de drogas y la inmigración ilegal. Al igual que las veces anteriores, los efectivos realizaron tareas de espionaje, vigilancia, análisis y otras labores de apoyo mientras se contrataba y capacitaba a más agentes de aduanas y de la Patrulla Fronteriza
Por ese entonces, funcionarios enfatizaron que los efectivos de la Guardia Nacional no serían enviados al frente ni interactuarían con gente que cruza la frontera. (FUENTE: AFP)