WASHINGTON, EU.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró que los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera deben ser deportados “inmediatamente” sin la oportunidad de comparecer ante un juez, lo que supondría una violación del principio de debido proceso.
We cannot allow all of these people to invade our Country. When somebody comes in, we must immediately, with no Judges or Court Cases, bring them back from where they came. Our system is a mockery to good immigration policy and Law and Order. Most children come without parents…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de junio de 2018
“No podemos permitir que esta gente invada nuestro país. Cuando alguien entra, debemos inmediatamente, sin jueces o casos judiciales, enviarlos de vuelta por donde vinieron”, dijo Trump en la red social Twitter.
“Nuestro sistema -continuó- es una burla a la buena política de inmigración y a la ley y el orden. La mayoría de los niños vienen sin padres (…) ¡Nuestra política de inmigración, de la que se ríe todo el mundo, es muy injusta para todas aquellas personas que han llegado por el sistema legal y llevan años esperando en fila!”.
….Our Immigration policy, laughed at all over the world, is very unfair to all of those people who have gone through the system legally and are waiting on line for years! Immigration must be based on merit – we need people who will help to Make America Great Again!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de junio de 2018
El principio legal de debido proceso establece que el Estado tiene que respetar el derecho de las personas a unas garantías mínimas para que el resultado de un proceso judicial sea justo y equitativo, un precepto que incluye el derecho de las personas a comparecer ante un juez.
En Estados Unidos, cuando los inmigrantes son detenidos por su estatus legal, tienen derecho a comparecer ante un magistrado, que decide si deben ser expulsados o, si por el contrario, pueden permanecer en el país porque tienen derecho a tramitar una petición de asilo.
Las declaraciones de hoy de Trump suponen un paso más en sus duras propuestas contra la inmigración irregular.
En abril, su Gobierno implementó una política de “tolerancia cero” con la inmigración ilegal, que lleva a procesar criminalmente a los adultos que llegan irregularmente al país, algo que antes no se hacía y que originó la separación de los niños de sus padres cuando estos eran privados de libertad.
Ante las fuertes críticas que generó esa separación, Trump se vio obligado el miércoles a firmar un decreto en el que ordenaba el fin de la división de familias, pero en el que establece que a partir de ahora los menores deberán ser encerrados con sus padres mientras estos se enfrentan al proceso para ser deportados.
Actualmente, en Estados Unidos, los niños no pueden ser privados de libertad durante más de 20 días, pero el Gobierno de Trump ha pedido a la Justicia que amplíe ese límite.
El Gobierno ya ha reunido con sus familiares a 522 niños inmigrantes, aunque 2,053 menores siguen recluidos, según datos publicados anoche por el Departamento de Seguridad Nacional. (FUENTE: EFE)