PUERTO MORELOS.- Una treintena del Programa de Vectores en los Distritos 4, que abarca Playa del Carmen, Tulum y Cozumel, y 2, que incluye a Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres, Cancún y Puerto Morelos, participaron hoy, en el Salón “José María Morelos” del Palacio Municipal, en una reunión para planear estretagias de la lucha contra el paludismo en 2025.
Dagoberto García Gómez, jefe de Sector de Puerto Morelos del Programa de Vectores, explicó que Quintana Roo está en una etapa de prevención del paludismo, dado que desde hace más de 5 años no se reportan casos autóctonos de la fiebre.
Luego de que en 2023 fuimos no se reportaron casos de malaria, se entregaron reconocimientos a todos los municipios, recordó. Puerto Morelos es sede de esta reunión porque es uno de los puntos clave en el diseño de la estrategia contra el mosco transmisor de la enfermedad debido a que tiene una amlia zona de mangle, que es donde el mosco Anopheles se reproduce.
En la reunión se programarán todas las actividades para el 2025, definiremos qué es lo que vamos a hacer y cómo se desarrollará la vigilancia epidemiológica en las unidades médicas, añadió. Como se hace la programación anual, participan todas las áreas: Entomología, Participacón Comunitaria, jefes de Sector y la jefatura estatal de Paludismo.
También comentó que una parte importante es una estrategia llamada Encas, enfocada en la participación comunitaria para la eliminación y modificación de criaderos anophelinos. “No solo vemos paludismo, pero en este momento la reunión es sobre el paludismo y el mosco que lo transmite”.
García Gómez reiteró que el mosco Anopheles vive en el mangle y es capaz de volar hasta 2 km en busca de alimento, a diferencia de lo que ocurre con el Aedes Aegypti, transmisor del dengue, que vive en el domicilio y en su vida no vuela más de 800 m a la redonda.
Por eso el paludismo requiere un trabajo diferente, se debe hacer un estudio y promover la participación comunitaria porque se trata de un programa preventivo. Hay que considerar que la malaria requiere que un mosco se infecte de una persona enferma y, a diferencia del dengue, tiene una cura específica, un medicamento que se administra para curarlo, en tanto que la otra enfermedad es producto de un proceso viral que no tiene cura.