CDMX.- El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, dijo que en octubre México podría participar en la fase III de la vacuna rusa contra Covid-19, llamada Sputnik V, ello de ser aprobado por la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“Significa que en los primeros días de octubre, si la autoridad regulatoria de salud (mexicana) así lo considera, que esperemos que así sea, se pueda traer a México esa vacuna”, dijo, para detallar luego que serán enrolados “varios miles” de voluntarios para que participen en el test.
“De resultar positivos los resultados, y que la autoridad regulatoria, Cofepris, así lo disponga, ya estaría disponible en los próximos meses en México”, añadió.
Al participar en una reunión con integrantes de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud), el canciller agregó que existe el compromiso del gobierno del Kremlin para enviar a nuestro país los resultados de la fase I y II de los ensayos clínicos, los cuales serán traducidos, apostillados y entregados al secretario de Salud, Jorge Alcocer, la próxima semana.
En la reunión también participó, a través de una videoconferencia, el vicedirector general del Fondo de Inversión Directa de Rusia, Tagir Sitdekov, con el que se financia el desarrollo de la vacuna Sputnik V, quien informó que de ser aprobado por las autoridades sanitarias México podría participar en la fase III del ensayo clínico con 500 a mil voluntarios mexicanos, los cuales podrían ser elegidos entre la población de 18 a 60 años.
El gobierno mexicano anunció en agosto un acuerdo con Argentina y farmacéuticas de ambas naciones para producir de forma conjunta la vacuna de la compañía AstraZeneca y la Universidad de Oxford, una de las más avanzadas, y distribuirla en América Latina en 2021.
Al mismo tiempo ha pactado acoger ensayos de la vacuna en fase avanzada de los laboratorios Sanofi, de Francia; Janssen, de Estados Unidos; un instituto de Italia, y dos empresas chinas; y planea hablar con Cuba sobre su producto “Soberana 01” y con Alemania sobre la empresa de biotecnología CureVac.
Tras conocerse el interés de México en la vacuna rusa, el propio presidente, Andrés Manuel López Obrador, se ofreció en agosto a probarla personalmente a pesar del recelo de algunos científicos. (Agencias)