CANCÚN.- En este último mes, 25 perros han fallecido en negliglentes esterilizaciones realizadas por tres sujetos que usurpan la profesión de veterinarios, para realizar estos procedimientos de forma “económica”, sin la indumentaria requerida e incluso en espacios abiertos.
Lo anterior fue denuciado por Jorge Arturo Dzul León, ex presidente del Colegio 1 de Médicos Veterinarios en Quintana Roo, quien señaló que la invasión de su profesión es un problema añejo que no es atendido por las autoridades de gobierno, pese a las múltiples quejas interpuestas e incluso denuncias penales.
En entrevista, comentó que existen tres personas, plenamente identificadas, que realizan esterilizaciones u otros procedimientos, sin contar ellos con título y cédula profesional como veterinarios, lo que no solo es una usurpación de profesión, sino incluso maltrato animal, al no ofrecer una atención de calidad.
Uno en particular, Gerardo “N”., alias “El Droopy”, quien solo cuenta con cuatro semestres de estudio de veterinaria, acude a los parques de la ciudad y allí ofrece esterilizaciones económicas, pero no usa el hilo adecuado. Él y otros dos usurpadores, ya están dejando una estela de mascotas muertas o con complicaciones graves.
Existen leyes federales y estatales que debieran ser aplicadas, pero ninguna instancia parece interesarles estos casos. La Fiscalía General del Estado argumentó al recibir esta denuncia, que debiera ser la persona agraviada quien acuda, y al llevarle el colegio a una mujer que perdió a dos mascotas, le dijeron sencillamente que su caso no era importante.
Instancias como la Cofepris, Salud o Ecología sí vigilan a las veterinarias establecidas, pero no toman acción alguna ante las al menos 37 estéticas u otros negocios en donde actúan como veterinarios, sin serlo. Contra todas hay denuncias interpuestas y son fácilmente localizables.
Ni siquiera el hecho que usan anestesia, lo que es un fármaco controlado, les llama la atención, pese a que esta compra y uso clandestino se configura como narcomenudeo.
Dzul León recordó que hace dos años sí lograron que el Ayuntamiento realizara un operativo conjunto, en el que cerraron tres lugares que operaban sin tener un veterinario titulado: Veterinaria Maya, Dog Lovers y Veterinaria Feliz, pero desde entonces no han logrado que repitan este ejercicio.
“Los úncios que les han dado cierta importancia es el Centro de Bienestar Animal, pero en las leyes hay lagunas que les impiden actuar ante las denuncias. No pueden clausurar”, comentó el profesionista.