CIUDAD DE MÉXICO.- El Estado mexicano rechazó la propuesta para que supervisores estadunidenses inspeccionen los centros laborales mexicanos, medida que el gobierno del país vecino exige para la ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Al concluir una reunión con otros secretarios de Estado e integrantes de los órganos de gobierno del Senado, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, subrayó que la presencia de funcionarios de EU en las compañías mexicanas “no es aceptable ni se va a aceptar”, e insistió en el uso de paneles conformados por representantes de los tres países para dirimir controversias.
Sobre el paquete de cambios al tratado que plantea EU, subrayó que México aceptó un mayor compromiso en materia ambiental, y propuso que los tiempos de protección a biomedicamentos no sean tan extendidos.
Asimismo, rechazó que inmediatamente después de que el T-MEC entre en vigor se exija que 70% del contenido del acero fundido sea de origen norteamericano, por lo que propuso fijar cinco años para llegar a dicha proporción.
Sin embargo, destacó que en el caso del aluminio fundido, México no aceptará por ningún motivo un 70% de origen norteamericano, en ningún plazo, ya que es una medida que pondría en desventaja al país.
México rechazará ajustes al T-MEC
Ni supervisión externa a empresas mexicanas ni cambios en contenido de acero fundido y aluminio.
Con el acuerdo entre sus poderes Ejecutivo y Legislativo, el Estado mexicano rechazó oficialmente la propuesta de Estados Unidos para que su gobierno inspeccione centros laborales mexicanos y para que el aluminio fundido tenga el 70% de origen norteamericano.
México aceptó un mayor compromiso en materia ambiental, porque eso obligará a Estados Unidos a cooperar más en materia de cambio climático, y propuso que los tiempos de protección a biomedicamentos no sean tan extendidos.
Rechazó que a la entrada en vigor del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) se exija que el 70% del contenido del acero fundido sea de origen norteamericano, por lo que propuso fijar cinco años para que el acero fundido tenga 70% de contenido norteamericano, como lo detalló el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
“Ya México les ha compartido que nos crearía muchos problemas, ahora después de esta reunión les diríamos que no aceptaríamos de ninguna manera que esa obligación entre en vigor en el momento en que el tratado sea ratificado y entre en vigor, sino que tendrá que ser con un plazo de más de cinco años, caso contrario no lo aceptaríamos por ningún motivo.
“Del aluminio no vamos a aceptar ningún plazo, porque México no tiene el recurso primordial del aluminio, que es la bauxita, entonces nos pondría en una desventaja muy grande; por lo tanto no es de admitirse en el tema del aluminio ningún plazo”, dijo el canciller.
Junto con la secretaria de Economía, Graciela Márquez y el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Jesús Seade, el canciller se reunió ayer con los integrantes de los dos órganos de gobierno del Senado, la Mesa Directiva, que encabeza Mónica Fernández Balboa, y la Junta de Coordinación Política, que preside Ricardo Monreal, y en la que estuvieron senadores de todas las fuerzas políticas, a fin de construir una posición como Estado mexicano frente a la propuesta de Estados Unidos.
Respecto a las inspecciones laborales de funcionarios de Estados Unidos en centros de trabajo mexicanos, “evidentemente eso no es aceptable ni se va a aceptar, y en eso hay consenso de todos quienes hoy hemos conversado. México en cambio, ve con muy buenos ojos los paneles, que en los últimos años nos han funcionado para resolver controversias entre México y Estados Unidos.
“De aceptarse el esquema de paneles, lo veríamos muy bien para resolver controversias no sólo en lo laboral, sino en otros temas. Sería muy temprano para darles a ustedes el detalle de lo que acabo de decir, pero se entiende fácilmente que un panel es un instrumento de resolución de controversias, paritario, formado por expertos y con un tercero con autonomía respecto a ambos países, que al final del día es quien toma las decisiones”, destacó.
Marcelo Ebrard informó que “estas son las líneas rojas, que así se denomina la negociación comercial, que serán compartidas con Estados Unidos y también desde luego, más tarde, probablemente con Canadá”.
También celebró que el Senado haya avalado desde el año pasado el T-MEC, porque eso permitió a México no admitir más temas de modificación al acuerdo trinacional de libre comercio.
A su vez, el senador Ricardo Monreal informó que el Senado estará pendiente para procesar de inmediato legislativamente los cambios que sean necesarios, pues si la contraparte en Estados Unidos acepta la posición de México, el documento formal llegará al Senado en las próximas horas, a fin de ratificarlo. Si llega después, entonces el tema será ratificado por la Comisión Permanente que entrará en funciones. (FUENTE: EXCÉLSIOR)