CIUDAD DE MÉXICO.- A principios del año pasado, la extinta Cambridge Analytica, que utilizó información personal de los usuarios de Facebook para “dirigir” el resultado de las elecciones en Estados Unidos, se acercó al PRI, entonces encabezado por Enrique Ochoa, para ofrecerle un plan que surtiría el mismo efecto en la elección del próximo 1 de julio, a favor de José Antonio Meade.
El plan le costaría 7.2 millones de dólares al PRI, según informó el diario The New York Times (NYT), en una nota titulada “Los recursos del PRI en las presidenciales: de Cambridge Analytica a la politización de la justicia publicada”, escrita por Azam Ahmed y Danny Hakim y publicada el domingo pasado.
Según el diario, “ante muy malos números en encuestas para el voto presidencial”, Cambridge Analytica se acercó al PRI a principios del año pasado y le ofreció ayudarlo a ganar tal como lo había hecho con Donald Trump. La propuesta que costaría 7.2 millones de dólares fue plasmada en 57 páginas que redactó la compañía y a la que tuvo acceso el NYT.
El PRI revisó esa propuesta durante meses, abundó el diario, y al final decidió que no necesitaba pagar millones de dólares a alguien externo para una campaña sucia.
“El partido podía hacer eso por sí solo. Sin embargo, como una muestra de las medidas extremas a las que el priismo está dispuesto para afianzar su posición en el poder, le pagó de cualquier manera a Cambridge Analytica… para que no colaborara con ningún otro partido, de acuerdo con dos personas con conocimiento directo de las negociaciones”, reveló el diario.
La propuesta de la empresa empezó a circular en 2017, cuando Enrique Ochoa aún era presidente del PRI y buscaba soluciones para que su partido no se desmoronara.
Para entonces, Cambridge Analytica, la consultora de datos que usó la campaña de Trump antes de la elección estadounidense de 2016, ya se había establecido en México para “buscar negocio”, indicó el rotativo.
Y el PRI “era la opción más obvia: era el partido más grande y necesitaba ayuda desesperadamente”, subrayó el NYT.
Para entonces, señaló el diario, el presidente Enrique Peña Nieto tenía “los peores índices” de aprobación que cualquier presidente en un cuarto de siglo, y Cambridge Analytica le prometió al PRI lograr una “remontada sorpresiva”.
Contra AMLO
En su presentación, refirió el diario, la empresa prometió mejorar la imagen del PRI y destruir la de su principal competencia: Andrés Manuel López Obrador, quien lidera las encuestas.
“Con técnicas similares a las empleadas en contra de Hillary Clinton en la elección presidencial de 2016”, Cambridge Analytica prometió “una poderosa estrategia de campaña negativa para socavar” a López Obrador.
La propuesta incluía un componente “de optimismo” para cambiar las percepciones negativas del partido gobernante, refirió el NYT, y la táctica era sencilla: una “campaña anti López Obrador”.
“No hay mejor ejemplo de esto que Hillary Clinton. La puntera que muchos pensaban tenía una ventaja inalcanzable y que gastó mucho más que su rival republicano, fue derrotada justamente de este modo”, señala en su propuesta de Cambridge Analytica.
Es más, la empresa mostró incluso bosquejos de cómo la campaña de “Clinton corrupta” podrían verse con un enfoque anti-AMLO.
No obstante, según las fuentes consultadas por el NYT, los funcionarios del PRI decidieron que ese tipo de focalización de electores que la empresa dijo haber usado en Estados Unidos no iba a funcionar en México, debido a que los datos de los votantes mexicanos “no estaban suficientemente desglosados”.
Cambridge Analytica rechazó hacer comentarios sobre las negociaciones con México; el PRI, por su parte, negó tener relación alguna con Cambridge Analytica.
La empresa estuvo bajo un intenso escrutinio después de las revelaciones de que había explotado la información de decenas de millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento expreso y se declaró en bancarrota en mayo.
Las estrategias del PRI
El NYT destacó que pese a haber rechazado el plan de Cambridge Analytica, el PRI sí usó una serie de estrategias mediáticas, a instituciones de procuración de la ley y a órganos judiciales que controla, según le comentaron observadores electorales independientes y exintegrantes del partido.
Con frecuencia, señaló, el gasto del gobierno aumenta en programas para el combate del hambre o para ayudar a los pobres, y dichos programas son transformados en máquinas de compra de voto durante los años electorales.
Y este no es la excepción, subrayó. Los gastos totales en los principales programas sociales mexicanos se dispararon un 20% en los primeros cuatro meses del año, de acuerdo con el grupo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, refirió el rotativo.
Sin embargo, indicó, pese a todos esos esfuerzos, “las ganancias han sido marginales para el partido gobernante, que aún parece encaminarse a una derrota contundente en julio. El candidato José Antonio Meade está en un distante tercer lugar en encuestas”.
De hecho, resaltó, las acciones priistas parecen haber surtido el efecto contrario y posiblemente terminaron por ayudar a López Obrador. (FUENTE: PROCESO)