CANCÚN.- Los hoteles del Caribe mexicano siguen recuperando la demanda a pesar de la pandemia con un índice de ocupación cercano al 80% con los turistas estadounidenses y mexicanos como los principales soportes.
La recuperación a niveles prepandemia alcanzó el pasado fin de semana un nuevo hito al superar el Aeropuerto Internacional de Cancún los mil vuelos, cosa inédita desde que estalló la crisis turística por la COVID-19.
Con 545 vuelos, el aeropuerto de Cancún llegó el pasado sábado a un récord en un solo día, de los cuales 351 fueron internacionales en una muestra del atractivo del Caribe mexicano, el principal centro turístico de Latinoamérica.
La mitad de los turistas que llegan a Caribe mexicano provienen de Estados Unidos, un 35% son mexicanos y el resto se reparte entre europeos y latinoamericanos, según fuentes del sector.
“Vamos a llegar al pico de la temporada en agosto con una demanda robusta dentro de los porcentajes establecidos por las normativas sanitarias que permiten una ocupación de hasta el 70 %”, aseguró Javier Monje, director de ventas de RIU en el Caribe Mexicano.
Ello se va a producir a pesar de lo que Monje denomina “la demanda reprimida” de Europa y países como Argentina donde las restricciones a los viajes impiden que los turistas lleguen a sus destinos habituales en el Caribe mexicano.
Más de 250,000 turistas canadienses no han podido viajar a Cancún en los últimos seis meses por la cancelación de los vuelos ordenada por el primer ministro, Justin Trudeau, cosa que se espera se levante en las próximas semanas.
Al mismo tiempo, existe “una demanda prestada” procedente de países nuevos y que se han destacado como alternativa como son el caso de Polonia y Colombia.
“El número de vuelos semanales procedentes de Polonia ha ido aumentando, mientras estamos a la espera de que a los británicos ya vacunados les permitan viajar”, afirmó Monje.
El incremento en las últimas semanas de los vuelos desde Colombia a México ha permitido, por otro lado, un aumento de la llegada de turistas colombianos en contraste con el freno a la presencia de argentinos o brasileños.