FRANCIA.- El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que renunciará a su pensión vitalicia, porque está seguro que la reforma al sistema de pensiones que propone será más efectiva que la vigente y solicitó a los sindicatos del transporte, que se oponen a ella, una tregua por las fiestas navideñas, para evitar alteraciones en los viajes de las familias.
El mandatario no percibirá los seis mil euros que le corresponden a cada expresidente, ni los 13 mil quinientos que le depositarían como salario por formar parte del Consejo Constitucional, como indica la tradición en su país, informó el diario Le Parisien.
Según el Palacio del Elíseo, “no hay una voluntad de alarde”, sólo “un deseo de coherencia” por parte del mandatario.
Macron expresó que pretende ser coherente con lo que ha solicitado su gobierno a los ciudadanos que cambiarían de régimen de pensiones, eliminando los 42 sistemas especiales que hasta ahora protegían a los empleados.
De esta manera, será el primero jefe del ejecutivo en la historia del país en renunciar al dinero que estipula la ley nacional para los exmandatarios, aunque su propuesta no fue bien recibida por sus opositores.
En una conferencia de prensa con su homólogo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, donde reafirmó el apoyo de su país en la lucha contra el terrorismo en África, aseveró que “el uso de la huelga es justificable y está protegido por la constitución, pero creo que hay momentos en la vida de una nación en los que es bueno mantener una tregua por respeto a las familias”.
Francia vive dos semanas de protestas contra la reforma al sistema de pensiones impulsada por el gobierno, que incluye la eliminación de los regímenes especiales para sectores como el ferroviario, han paralizado los servicios de ferrocarriles.
Comercios, hoteles y restaurantes de París han registrado pérdidas de hasta 60 por ciento en sus ventas.
A pesar del llamado de algunos sindicatos para suspender las huelgas durante las festividades, varios grupos de trabajadores continuaron con los paros.
Macron dijo que una pausa en la huelga mostraría “el sentido de responsabilidad y el respeto que se debe al pueblo que a veces está alejado y desea reunirse en estas épocas festivas”.
Las críticas al presidente por su intención de renunciar a su pensión, sin embargo, no se hicieron esperar. El líder opositor del partido La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, calificó la medida de demagógica, y reprochó a Macron que él, a diferencia de la mayoría de franceses, tiene los medios para prescindir de su jubilación.
La exministra y candidata del Partido Socialista, Ségolène Royal, le preguntó al mandatario si renunciaría también a volver al “mundo empresarial global”. (FUENTE: EL MUNDO)