GAZA.- Israel llevó a cabo el sábado un operativo para rescatar a cuatro rehenes del centro de Gaza, durante el cual el ejército israelí lanzó un intenso ataque aéreo y terrestre. Al menos 210 palestinos fueron muertos durante la incursión, incluyendo niños, indicó un funcionario de salud de Gaza.
La población israelí se mostró jubilosa ante el anuncio del ejército de que liberó a Noa Argamani, de 26 años; Almog Meir Jan, de 22; Andrey Kozlov, de 27; y Shlomi Ziv, de 41, en un operativo diurno realizado en el corazón de Nuseirat. Los cuatro rehenes estaban bien, de acuerdo con el ejército israelí. Fueron trasladados en helicóptero para controles médicos y emotivos reencuentros con sus seres queridos después de 246 días cautivos.
Aviones israelíes zumbaban en el cielo mientras los cadáveres de 109 palestinos, entre ellos 23 niños y 11 mujeres, eran llevados al Hospital Mártires de Al-Aqsa, donde el portavoz Khalil Degran dijo a The Associated Press que también llegaron más de 100 heridos. Precisó que, en total, se habían recibido 210 personas fallecidas ahí y en el hospital Al-Awda, afirmando que había hablado con el director de este último. Hasta el momento, las cifras de Al-Awda no han podido ser confirmadas.
“La horrible masacre cometida hoy por Netanyahu y su gobierno fascista contra el pueblo palestino en Gaza, que ha provocado la matanza de 210 personas y más de 400 heridos hasta el momento —con el pretexto de liberar a los detenidos por la resistencia—, confirma lo que la resistencia ha dicho en repetidas ocasiones: que Netanyahu no pretende llegar a un acuerdo para detener la guerra y liberar pacíficamente a los israelíes capturados”, declaró Bassem Naim, un alto funcionario de Hamás que ahora reside en Líbano.
Reporteros de AP vieron docenas de cadáveres provenientes de las áreas de Nuseirat y Deir al-Balah, mientras el humo se elevaba a lo lejos y al paso de vehículos blindados.
Un bebé estaba entre los muertos. Niños pequeños lloraban, cubiertos de sangre. Los cadáveres fueron colocados en el suelo, afuera, con los pies descalzos, mientras más heridos eran llevados de urgencia.
“Mis dos primos fueron asesinados y otros dos primos resultaron gravemente heridos. No cometieron ningún pecado. Estaban sentados en casa”, comentó un pariente en medio del caos. Mientras los palestinos exploraban los edificios recién destruidos, un niño pequeño se sentó en una puerta metálica colapsada, abrumado.
Egipto condenó “en los términos más enérgicos” los ataques israelíes contra el campamento de refugiados de Nuseirat, y su ministro de Exteriores lo calificó de “una flagrante violación a todas las normas de la ley internacional”. Jordania también condenó el asalto.
“El baño de sangre debe terminar de inmediato”, manifestó el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrel, en la red social X, señalando los informes de muertes de civiles.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que el operativo fue “atrevido en su naturaleza, planeado brillantemente y ejecutado de manera extraordinaria”.