CHETUMAL.- Activistas tomaron acción por su propia cuenta y rescataron a 16 perros y un gato que vivían hacinados en una casa de la colonia Campestre, con desnutrición y cargados de garrapatas. Incluso dos canes ya habían perecido y fueron devorados por sus compañeros. Sin embargo, la autoridad rehúsa intervenir, por lo que la dueña actual recibirá estos animales de regreso.
Ciudadanos por largo tiempo denunciaban la existencia de estos animales en condiciones insalubres, durmiendo sobre sus propios desechos, sin agua, mal alimentados y en abandono; sin embargo, el Ayuntamiento de Othón P. Blanco, por no tener espacio para recibir a estos ejemplares, prefirió ignorar el problema, denunció Rafael Rivero Aburto, presidente de la asociación civil “Toda Vida Es Importante”, quien ayer optó por intervenir y rescatar a los animales.
También se reportó el problema a la Procuraduría de Protección al Ambiente, que tampoco quiso investigar el hecho, ni siquiera al enterarse de que esta persona, una docente de la Universidad de Quintana Roo, tiene otras dos casas también llenas de animales.
Los activistas pudieron sacar a los perros y llevarlos con una veterinaria, por finalmente obtener el consentimiento de la arrendataria, ante la presión de los vecinos, y la amenaza de la intervención de la autoridad.
Fue allí donde descubrieron los restos de dos perros que habían ya sido devorados.
“No quiero ser amarillista; yo digo lo que vimos y podemos comprobar”, mencionó.
También vieron que además de estar desnutridos y sucios, varios tenían lesiones, orejas con pus, entre otros problemas.
Actualmente estos animales están internados en una veterinaria particular, para ser desparasitados y reestablecidos; sin embargo, al quedar todo como un acuerdo entre privados, los perros tendrán que ser devueltos con su “propietaria”, a pesar de que ella no los cuida debidamente.
La mujer ha sido identificada desde hace años, como una “acaparadora” de perros, como lo atestiguan en internet múltiples alumnos que denuncian su proceder, así como su falta de aseo, pues al parecer duerme con otra jauría en su propia casa.
Rivero Aburto dice que es la propia ciudadanía quienes les brindan datos para proceder, pero ya tienen identificados otros dos domicilios de esta misma persona, una en Nueva Creación y otra en Herradura, que es donde creen que la mujer vive.
Rafael Rivero comentó que ellos acudieron y constataron con un veterinario las condiciones de los animales, todo con conocimiento del Centro Canino, que “oficialmente” no quiere figurar, para no recibir a estos perros.
“La señora no reconoce el problema y al no intervenir la autoridad, tendrán que regresar los perritos con esta misma persona”, lamentó el activista, quien indicó que ellos procederán con la denuncia penal, para que sea la Fiscalía quien tome cartas en el asunto, además de continuar con la presión para que el municipio se haga responsable, pues su reglamento marca que tienen la obligación de actuar.
A menos de que muchos ciudadanos se sumen, es poco probable que actúe el municipio. La asociación ha tratado de contactar a la directora de Salud del Ayuntamiento, pero ella no les recibe la llamada.
“En realidad lo que falta es que ellos nos entreguen su salario, para que seamos nosotros los ciudadanos los que con ello podamos sacar más acciones como esta, pues ellos no quieren hacer su trabajo”, se quejó.