NUEVA YORK.- Un ex procurador de Nayarit se declaró culpable el viernes de cargos de narcotráfico en el mismo tribunal en el que se lleva a cabo el juicio en contra del capo Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Tanto el ex fiscal Edgar Veytia como Guzmán están siendo enjuiciados por distintos casos en una corte federal de Brooklyn.
Poco antes de que el caso contra Guzmán entrara en receso por el fin de semana, Veytia ingresó a otro tribunal para declararse culpable de aceptar dinero de los cárteles del narcotráfico para ayudarlos a contrabandear cocaína, heroína y metanfetaminas hacia los Estados Unidos desde 2013 hasta 2017, cuando fue arrestado.
Veytia, de 48 años, admitió que hizo arreglos para evitar el arresto de los narcotraficantes o para que fueran liberados de custodia. No detalló a qué organizaciones respaldaba, pero no se cree que el cártel de Sinaloa, de Guzmán, fuera una de ellas.
“Utilicé mi posición para ayudar a las organizaciones del narcotráfico”, le dijo al juez.
Veytia enfrenta una condena de por lo menos 10 años en prisión en una audiencia a realizarse más tarde este año, aunque podría pasar más del doble de ese tiempo en prisión en caso de que el juez se apegue a los lineamientos de sentencia calculados por la fiscalía. De acuerdo a la acusación formal, el gobierno también podría incautar “una suma de aproximadamente 250 millones de dólares” bajo las leyes de confiscación.
El caso encaja con el patrón de acusaciones de corrupción desmedida expuesto en el juicio contra Guzmán. Los jurados han escuchado testimonio de cooperadores que nombran varios casos en los que funcionarios del orden aceptaron sobornos del cártel de Sinaloa para hacerse de la vista gorda o exigir una tajada de los ingresos por narcotráfico durante las décadas de 1990 y 2000.
El exmiembro del cártel, Jesús Zambada, testificó que personalmente hizo pagos por al menos 6 millones de dólares al exsecretario de Seguridad Pública federal Genaro García Luna. Dijo que el dinero se le entregó durante dos encuentros realizados en un restaurante de la Ciudad de México entre el inicio de 2005 y el final de 2007. García Luna rechaza las acusaciones.
A principios de esta semana, el sobrino de Zambada, Vicente, describió un encuentro a mediados de la década de 2000 en el que representantes de políticos mexicanos corruptos preguntaron si la organización podría ayudarlos en enviar 100 toneladas (91 toneladas métricas) de cocaína en un buque petrolero. Afirmó que fue arrestado antes de saber si alguna vez se realizó el cargamento. (FUENTE: EL FINANCIERO)