NUEVA YORK.- Ismael Zambada García ya está en Nueva York. El Mayo se declaró inocente este viernes en su primera comparecencia en la corte de Brooklyn, la misma donde fueron condenados Joaquín El Chapo Guzmán y Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública de México durante el Gobierno de Felipe Calderón. El capo de 76 años fue trasladado el jueves desde la ciudad fronteriza de El Paso (Texas), donde permanecía detenido desde su captura el pasado 25 de julio, es acusado de 17 cargos por delitos como narcotráfico, delincuencia organizada, portación ilegal de armas de fuego y lavado de dinero.
Zambada compareció con el uniforme de la cárcel, una camisa gris de manga corta, y se retiró cojeando del tribunal tras comparecer ante el magistrado James Cho, el equivalente a un juez de instrucción, de acuerdo con los primeros reportes. “Afirmamos que El Mayo construyó y dirigió durante décadas la red del Cartel de Sinaloa de fabricantes, asesinos, traficantes y blanqueadores de dinero que son responsables de secuestrar y asesinar gente tanto en Estados Unidos y México, y de importar cantidades letales de fentanilo, heroína, metanfetaminas y cocaína a territorio estadounidense”, declaró Merrick Garland, fiscal general de Estados Unidos, en un comunicado. “Ahora se une a muchos otros líderes del cartel que enfrentan cargos en una corte estadounidense por el daño inconmensurable que han provocado a familias y comunidades de todo el país”, agregó.
Francisco Navarro, que encabeza el equipo de la Fiscalía, se refirió a Zambada durante la vista como “uno de los cabecillas más poderosos del narco, si no el más poderoso”, de acuerdo con citas recogidas por Reuters. El Mayo estuvo representado por los mismos abogados que lo defendieron en Texas, Frank Perez y Ray Velarde. Tras ser declarado un “peligro para la comunidad” por las autoridades estaounidenses, el fundador y narco de narcos del Cartel de Sinaloa permanecerá detenido hasta que se determine si su caso llegará a juicio o si evitará sentarse en el banquillo de los acusados tras negociar un acuerdo de culpabilidad. Su declaración de “no culpabilidad” no condiciona ni cierra la puerta a ninguna de las dos posibilidades.
“Después de 35 años, esta tiranía llega a su fin”, afirmó Christie Curtis, directora asistente en funciones del FBI. A siete semanas de su inesperada captura en un aeropuerto rural de Santa Teresa, una pequeña comunidad fronteriza de 6.000 habitantes en Nuevo México, Estados Unidos empujó para que El Mayo fuera juzgado en Nueva York, donde se ha abierto uno de los expedientes judiciales más ambiciosos contra el Cartel de Sinaloa. La acusación data de 2009 y fue la misma por la que se juzgó a El Chapo una década más tarde. El caso, que incluye delitos cometidos desde la década de los ochenta, se ha actualizado para incluir nuevos delitos achacados a la organización criminal. Como parte de esa ofensiva legal, Zambada fue acusado en febrero pasado de tráfico de fentanilo, la droga que está en el centro de la cruzada de Washington contra el narcotráfico y que provoca decenas de miles de muertes en ese país cada año.
De llegar a juicio, las revelaciones pueden ser explosivas. Está previsto que Estados Unidos presente información detallada sobre las últimas actividades del cartel y las alianzas que tiene con funcionarios y políticos, así como la amplia red que tiene en alrededor de 50 países y que lo convierten en una de las fuerzas criminales más temidas del mundo. “Numerosos testigos han declarado, incluso durante los juicios contra El Chapo y el corrupto ex secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, que la corrupción en todos los niveles era necesaria para que funcionara la empresa criminal del acusado de forma tan efectiva y a tan gran escala”, señaló la Fiscalía en un documento al que ha tenido acceso este diario. “Desde policías locales que escoltaban las drogas a través de México hasta funcionarios corruptos que informaban de las acciones militares contra el cartel, frustraban operativos de captura y avisaban al cartel de los procedimientos e investigaciones en su contra”, se agrega.
Las respuestas de Zambada durante la última vista judicial fueron cortas y monosilábicas. Se limitó a contestar “sí” y “no” a las preguntas del magistrado Cho, traducidas por un intérprete. La próxima audiencia está programada para el próximo 31 de octubre al mediodía, adelantó el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Está previsto que Brian Cogan, el juez que llevó los procesos contra El Chapo y García Luna, se encargue también de su proceso judicial. La Fiscalía afirmó en un escrito que los delitos imputados contra el acusado ameritan “la pena de muerte o cadena perpetua”, así como varias sentencias adicionales de decenas de años de prisión por más de una decena de cargos por narcotráfico. Su destino está en manos de la justicia estadounidense.