TEXAS.- Melissa Lucio es la primera mujer estadounidense de origen mexicano que fue condenada a la pena de muerte en Texas.
El pasado martes los abogados de la mujer presentaron una petición de clemencia para suspender la pena dictada en 2008 por presuntamente haber matado a su hija de 2 años. Indican que fue condenada injustamente.
De acuerdo con medios locales, el 17 de febrero de 2007, Melissa y su esposo estaban en un proceso de mudanza cuando Mariah, la hija menor de en ese entonces 12 hijos, sufrió una caída por las escaleras. Sus padres no pensaron que tuviera heridas graves derivadas de la caída; sin embargo, dos días después, tras señales de cansancio y falta de apetito, Mariah falleció en el nuevo hogar. Los paramédicos la llevaron a un hospital donde la declararon muerta.
Según el equipo legal de Lucio, la niña tenía una discapacidad leve en la que sus pies estaban girados hacia un lado, por lo que era propensa a tropezarse y ya contaba con antecedentes de caídas.
No obstante, los fiscales en su juicio declararon que Melissa Lucio había abusado físicamente de la menor y que tenía moretones en el cuerpo, signos de una lesión en la cabeza y un brazo roto sin tratar cuando la pequeña llegó al hospital.
Hasta ahora, Lucio había mantenido su inocencia. Sus cercanos creen que fue condenada con pruebas médicas falsas y que las autoridades la obligaron a confesar un delito que no cometió.
La mujer de 53 años y madre de actualmente 14 hijos, recibió la pena de muerte y será ejecutada por inyección letal el próximo 27 de abril. Mientras esa fecha llega, los hijos de la condenada la visitan en prisión, asegurando que pasa los días llorando.
La solicitud de clemencia de los abogados de Lucio no pide un indulto completo, sino una conmutación de su sentencia de muerte por una pena menor o, al menos, una suspensión de 120 días de la ejecución, mientras busca un nuevo juicio.
“La muerte de Mariah fue una tragedia, no un asesinato”, dijo la abogada de Lucio, Vanessa Potkin durante una conferencia de prensa el martes 29 de marzo. “Sería un mensaje absolutamente devastador si esta ejecución siguiera adelante”, agregó.