CANCÚN.- “Soy un ambicioso, mezquino, egoísta que trata de escribir novelas”, así se definió el galardonado novelista cubano, Leonardo Padura, durante la charla que ofreció en la Universidad del Caribe, donde explicó que dichas características, tan negativas en la vida cotidiana, son indispensables para el proceso de creación.
El autor de la novela policiaca “Pasado Perfecto” y creador del famoso personaje de Mario Conde, explicó que un elemento que nunca puede perder el escritor es la ambición, ya que sin ambición, no se puede crear. Además, afirmó, se debe ser mezquino con el tiempo y egoísta con los espacios de trabajo, pues de otra forma, la que sufre es la creación.
Durante la charla denominada “Humanismo y literatura”, ofrecida en la Universidad del Caribe, con apoyo de la Fundación Oasis, aclaró que en la vida real trata de ser la mejor persona que puede y no despegar los pies de la tierra; definiéndose como un cubano responsable, expresando su opinión aunque no sea bien recibida por todos.
“Vivo en Cuba, escribo en Cuba, sobre Cuba y tengo el derecho de expresar mi opinión sobre mi país, porque he atravesado por todas las dificultades que ha enfrentado”, afirmó tras hacer un recuento de su vida de escritor, durante la peor crisis económica en la isla, tras la caída del régimen soviético en los años 90.
Éramos muy pobres, lo que me daban de dieta por la televisión española lo ahorraba para comprar una computadora, así que sólo llamaba por teléfono a mi mujer desde la televisora, porque no podía darme el lujo de gastar 200 pesetas en una llamada”, relata el primer escritor independiente de Cuba, cuando se legalizó dicha figura en 1995, pues antes lo combinaba con el oficio de periodista.
“El dinero no valía nada y nada había que comprar. Nos daban un pan al día. No había electricidad, ni transporte. Nos movíamos en bicicleta. De no haber sido porque en ese tiempo escribí como loco, me hubiera vuelto loco”, afirma quien, sin embargo, no podía publicar toda su producción literaria, ya que entre los primeros apoyo que dejaron de llegar de la ex Unión Soviética, fueron las toneladas de papel con las que se imprimían tirajes de hasta 100 mil ejemplares de novelas policiacas; ediciones sostenidas por la propia policía cubana por lo que según él, eran “revolucionarias y poco novelas”.
Como un intento de publicar “Pasado Perfecto”, participó en el concurso que organizó el Ministerio del Interior (policía cubana) y aunque trascendió que ganó el primer lugar, el premio fue declarado desierto; según se lo explicaron uno a uno los propios jurados, porque se les indicó que la novela de Padura no podía ganar; por lo que en un acto de dignidad, decidieron que nadie ganara.
Leonardo Padura considera que la razón de esa decisión fue que su personaje, Mario Conde, era todo lo contrario a la imagen idealizada que se quería sostener de los policías cubanos. (Fuente: Unicaribe)