CHILE.- Este viernes, autoridades de Chile informaron que subió a 19 la cifra de muertos en tras una semana de protestas.
A puro “cacerolazo” y con barricadas en llamas, son algunas de las maneras que los chilenos han ideado para desafiar las noches de toque de queda en el centro de Santiago, capital y núcleo de las protestas que mantienen en estado de excepción a los chilenos desde hace una semana.
Desde el pasado sábado, más la mitad de los 19 millones de habitantes de Chile se ven impedidos de circular libremente por las calles, forzados a permanecer toda la noche en sus casas con una medida adoptada para que no se repitan nuevos actos de vandalismo que han dejado supermercados y estaciones de metro incendiadas.
Sin embargo, a cada noche que pasa de encierro domiciliario forzado, la indignación de los chilenos va en aumento y no están dispuestos a dejar de protestar contra el Gobierno del presidente Sebastián Piñera ni siquiera durante estas atípicas noches.
Después de pasar el día reunidos en las plazas y parques para expresar su arraigado descontento por la desigualdad social en el país, la protesta la prosiguen cada uno desde sus casas y barrios.
Al llegar la hora del toque de queda, las calles se vuelven lúgubres pero el barullo reina en los barrios más populares con sonoros y prolongados cacerolazos.
Las autoridades militares determinaron la medida de excepción para controlar el orden público, luego de que se registraran disturbios, saqueos e incendios en varias ciudades del país que ya dejan 19 muertos, entre ellos dos colombianos, un ecuatoriano y un peruano.
Los golpetazos de los vecinos sobre ollas, cacerolas y sartenes resuenan como el repique de unas campanas a las que se van sumando más y más conforme pasan los minutos.
Así se hicieron virales videos de vecinos que acompañaban esta particular batucada de instrumentos de cocina con el tema “El derecho de vivir en paz”, del cantautor Víctor Jara, emblemática canción protesta que expresaba en los años 70 el descontento popular de los chilenos contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).}
Los más avezados salen unos metros a la calle para seguir golpeando sus cacerolas, que estos días no tienen descanso, pues muchos también se las llevan a las masivas manifestaciones.”¿Hasta qué hora estaremos? Hasta que vengan los ‘pacos’”, dijo una chica, que optó por no identificarse, sobre los carabineros. mientras amartillaba una abollada sartén contra la valla metálica de la calle. “Pero no creo que entren aquí”, añadió. (FUENTE: EFE)