FILIPINAS.- Momentos de pánico y de angustia fue lo que se vivió ayer viernes tras los terremotos registrados en Filipinas, con magnitudes de 5,4 y 5,9, los cuales ocasionaron la muerte de ocho personas y decenas de heridos.
Adultos, niños y jóvenes de Filipinas salieron corriendo de sus casas para resguardarse, mientras que otros venían daños en sus hogares con un llanto inconsolable.
Al menos ocho personas han muerto y unas 60 han resultado heridas en Filipinas tras varios terremotos de magnitud de entre 5,4 y 5,9 que sacudieron desde primera hora de la mañana de ayer el centro de la isla de Luzón, al norte del país.
Los seísmos se produjeron antes del amanecer con varias horas de diferencia cerca del municipio de Itbayat, en las islas Batanes, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que registra la actividad sísmica en todo el mundo.
El último temblor, de magnitud 5,7, se registró a las 01.24 GMT (09.24 hora local) a 21 kilómetros de Itbayat y a una profundidad de 10 kilómetros, informó la USGS.
El Consejo Nacional de Reducción de Desastres cifró en ocho los fallecidos y en 60 las personas heridas, mientras pidió a la población de la zona afectada que se mantenga fuera de sus casas para ponerse a salvo de posibles réplicas.
Las autoridades informaron además de que los temblores había causado daños en casas e iglesias y que se había movilizado al ejército para llevar a cabo labores de rescate.
Filipinas se asienta sobre el llamado ‘Anillo de Fuego del Pacífico’, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados. (Agencia SIM)