CDMX.- “Cocinaba el mejor huevo con chorizo”, Rosalba Herrera (72, Tamaulipas). “El mejor maestro, una leyenda en la facultad de ingeniería”, Jesús Renato Colunga (67, Nuevo León). “Joven, alcaldesa y periodista”, Victoria Rasgado (35, Veracruz). “El mejor papá”, Remy Fuantos (37, Coahuila). “La más dulce, en su casa había lugar para todos”, María de los Ángeles Moreno (68, Nuevo León). “Una excelente madre”, Ivonne Chávez Velázquez (54, Estado de México).
México ya superó la cifra de 100,000 muertos por COVID-19.
Este jueves, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, dio a conocer que en México se registran hasta el momento 100,104 fallecimientos por coronavirus, así como 1,019,543 contagios acumulados.
Son 100,000 personas, con nombre y apellido. Son 100,000 familias que han perdido a un ser querido. Son niñas, niños, mujeres, hombres; hijas, hijos, madres, padres, abuelas y abuelos. Son vecinas y vecinos; compañeras y compañeros de trabajo. Son 100,000 vidas que ha cobrado el nuevo coronavirus a nueve meses de su llegada al territorio mexicano.
Este trágico destino se empezó a escribir, en México, el pasado 27 de febrero cuando se registró el primer caso de SARS-CoV-2 en el país. Lamentablemente, por el arrastre a su paso en otros países de Medio Oriente y Europa, era bien sabido que las consecuencias catastróficas eran inevitables.
Sin embargo, con México, solo son cuatro los países en todo el mundo –Estados Unidos, Brasil e India– que registran y superan la alarmante y lastimosa cifra de 100,000 vidas perdidas a causa del virus. Eso deja entrever que, si bien los fallecimientos no eran evitables, si pudiera haber sido eludible llegar a ese número luctuoso.
Fue el 18 de marzo cuando se registró el primer deceso por COVID-19 en México. Fue en la capital. La víctima mortal era un hombre de 41 años que padecía diabetes. Se contagió 15 días antes cuando acudió a un concierto en el Palacio de los Deportes.
Para el 4 de junio la cifra de fallecidos en el país ya era de 12,545. Ese día, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell –la cara pública de la estrategia del gobierno para el manejo de la pandemia– estimó que las muertes por el virus, en total, serían unas 35,000. Y en un escenario “muy catastrófico” podrían llegar hasta 60,000. Pero esa cifra se rebaso el 22 de agosto.
(Infobae)