CANCÚN.- Autoridades del Ayuntamiento de Benito Juárez todavía desconocen qué originó la explosión sentida por miles de ciudadanos en el polígono sur de la ciudad, e incluso en el Aeropuerto Internacional de Cancún, ayer por la tarde.
Antonio Riveroll Ribbon, director de Protección Civil de Benito Juárez, aceptó que el estruendo y onda expansiva sentida por muchos kilómetros a la redonda no fue producto del estallido de un transformador, como habían informado anoche.
“La película completa es la siguiente: cuando empiezan a circular en redes comentarios de un temblor, de una explosión, hasta de un atentado, hacemos un recorrido con las unidades preventivas. Salimos a hacer recorridos y uno de nuestros inspectores detecta que tenemos una situación de riesgo, en un transformador que está zumbando muy fuerte y hay tres calles sin luz y que tenemos esa afectación”, relató Riveroll Ribbon.
De acuerdo con este funcionario, cuando trabajadores de Protección Civil detectaron que un transformador de la zona presentaba problemas, asumieron entonces que esa había sido la causa de la explosión que sintieron los vecinos denunciantes.
Sin embargo, el funcionario señaló que, luego que la CFE desmintiera que esto sucedió de esa forma, la dependencia a su cargo conformó “varias hipótesis” al respecto.
“Tenemos varias hipótesis de lo que pudo haber sucedido. Hablamos al aeropuerto, nos mencionan que no tiene afectaciones, que lo único que tuvo fue que se sintió también. Nos reportan también una explosión de una gasolinera; acudimos a la zona de gasolineras, y ninguna explosión. Reportan que colapsó el Tren Maya y acudimos a la zona, y tampoco hubo afectación en esa área”, agregó.
Por ese motivo, Riveroll Ribbon comentó que el día hoy tienen programadas varias revisiones en los bancos de materiales de la zona, para verificar si realizaron “voladuras” ayer, y si estas contaron con el permiso correspondiente de la Sedena.
“Ellos deben de contar con permisos; por eso nosotros iremos a hacer revisión para ver que todos tengan sus permisos y también para ver qué plan de voladuras hicieron y quién los supervisó, y si fue la Sedena o alguna empresa subcontratada”, indicó.
Finalmente, comentó que todos los bancos de materiales cuentan hasta cinco días para notificar por escrito si es que han causado o no alguna “voladura”, y después esto es cotejado co n la Sedena.