CON EL REGRESO de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos y los cuatro nombramientos -dados a conocer en los dos últimos días- de quienes lo acompañarán en su mandato en las secretarías de Estado y de Defensa; en la Dirección de Inmigración y Aduanas, así como en la consejería de Seguridad Nacional, la relación con México se perfila algo más que tensa y compleja. Con todo y la felicitación de Claudia Sheinbaum por su triunfo en las elecciones y su buena disposición a una pronta reunión entre ambos para fijar la agenda de los temas torales -y atorados- entre ambas naciones, el camino se vislumbra tortuoso y lleno de sobresaltos.
Con Marco Rubio como secretario de Estado, Michael Waltz como asesor de Seguridad Nacional, Tom Homan como el nuevo “zar de las fronteras” y el condecorado combatiente de guerras -devenido en presentador de TV- Pete Hegseth al frente del ejército más poderoso del mundo, el mensaje que manda Trump al mundo, pero principalmente a los países que le resultan incómodos o le representan una amenaza, es que va en serio con todas sus propuestas y amenazas de campaña.
RUBIO: CONFRONTADO CON AMLO
COLOCADO EN LA segunda posición más importante del gabinete del nuevo presidente estadounidense, al cubano-americano Marco Rubio lo precede una historia de confrontación con México y, en particular, con el recién retirado ex presidente López Obrador.
Rubio ha sido un crítico constante de los gobiernos de izquierda en América Latina, incluyendo el de AMLO, a quien acusó antes de permitir la penetración de los cárteles de droga en México. Como secretario de Estado, tiene el potencial de intensificar esta retórica, presionando a México y a su actual presidenta para que adopte posturas más agresivas en la lucha contra el narcotráfico, al que Trump ha advertido combatir con toda su fuerza, incluso con incursiones armadas a territorio mexicano.
La política exterior de Marco Rubio se caracteriza por un enfoque confrontativo, no solo hacia gobiernos como el que encabezó AMLO y al que hoy Sheinbaum le ofrece continuidad, sino también hacia regímenes en América Latina como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Con él en este cargo, México podría enfrentar una mayor presión para alinearse con los intereses estadounidenses, particularmente en términos de seguridad y combate al crimen organizado.
WALTZ: EL MILITARISMO AL OÍDO
NOMBRADO ASESOR EN jefe de Seguridad Nacional, el ex boina verde Michael Waltz refuerza la postura militarista de la administración Trump frente a México, especialmente en la lucha contra el narcotráfico. Waltz, un veterano de guerra, ha sido defensor de una intervención militar directa de Estados Unidos en México para combatir a los cárteles, considerándolos una amenaza terrorista. Esta visión representa un riesgo para la soberanía mexicana, pues sugiere una escalada de la violencia y el uso de la fuerza, lo que contradice los principios de cooperación bilateral en seguridad y augura un escenario de tensiones diplomáticas severas.
La relación histórica entre México y Estados Unidos, marcada por una interdependencia en temas como el narcotráfico, la migración y el comercio, se ve amenazada por los nuevos nombramientos en la administración Trump. Rubio podría seguir presionando para que México adopte una postura más beligerante en cuestiones de seguridad, mientras que Waltz promovería la militarización de la lucha contra el narcotráfico.
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HOMAN: INTOLERANTE A MIGRANTES
DESIGNADO COMO “ZAR de la frontera” por Donald Trump, Tom Homan será el responsable de implementar las inflexibles políticas migratorias y de seguridad fronteriza en el próximo gobierno de Estados Unidos. Homan es un veterano ex director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), conocido por su firme postura de “tolerancia cero” hacia la migración irregular.
Durante su tiempo en ICE, promovió políticas de deportación agresivas, respaldó la separación de familias migrantes y fue un ferviente defensor de la construcción de un muro en la frontera sur estadounidense. Su nombramiento refuerza el enfoque duro y punitivo que Trump ha prometido para frenar la inmigración ilegal y erradicar lo que considera una amenaza a la seguridad nacional.
La postura de Tom Homan es también un factor de riesgo para las relaciones con México, ya que sus políticas podrían generar tensiones diplomáticas y humanitarias, especialmente en lo que respecta a la cooperación en la gestión de flujos migratorios y el trato a los migrantes en ambos lados de la frontera.
HEGSETH: LOS NARCOS EN LA MIRA
DE UN SET de televisión en Fox News -su canal favorito-, donde hasta ayer era presentador, Donald Trump sacó a su amigo Pete Hegseth para que asuma la poderosa Secretaría de Defensa de los Estados Unidos.
Ex oficial de la Guardia Nacional del Ejército norteamericano, Trump define a Hegseth como “un firme defensor de la postura de: Estados Unidos primero”, y su visión de la defensa nacional incluye un enfoque agresivo para combatir a los carteles de narcotráfico en México.
Trump ha dejado claro que Hegseth será el encargado de llevar a cabo una ofensiva militar contra los cárteles mexicanos, y aunque la idea de intervenir en territorio nacional es controvertida, el uso de la fuerza armada de EU en operaciones contra lo que Trump ha calificado como “terroristas”, podría convertirse en una política de facto.
De llegarse a implementar, este tipo de acciones tendrían también un impacto directo en las relaciones con México, ya que pondrían en riesgo la soberanía del país y generarían conflictos diplomáticos, además de aumentar las tensiones sobre el control de la seguridad en la región fronteriza.
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SHEINBAUM CONFÍA EN CORDIALIDAD DE TRUMP
SI BIEN NO se ha pronunciado aún en los casos de Rubio, Waltz y Hegseth, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se mostró receptiva a la designación de Tom Homan como “zar de la frontera” y dijo ayer en la “mañanera” que ya había sostenido una llamada “muy cordial” con Donald Trump durante la cual, aseguró, discutieron diversos temas, entre ellos la situación fronteriza, aunque no profundizó en detalles específicos.
A pesar de las amenazas de Trump en campaña de imponer aranceles si México no detiene la migración ilegal, Sheinbaum sostuvo que su gobierno ha implementado una estrategia migratoria “humanitaria” que está dando resultados e insistió en que la seguridad y los problemas migratorios deben abordarse con respeto y cooperación.
Subrayó que México continuará defendiendo los derechos de sus ciudadanos en Estados Unidos y reiteró el compromiso de fortalecer los consulados mexicanos, los cuales se están reforzando para ofrecer apoyo a los connacionales en ese país que pudieran ser víctimas de las políticas antinmigrantes del nuevo gobierno estadounidense.
La presidenta también anunció que ya se están buscando “reuniones de alto nivel” con el equipo de transición de Trump para dialogar sobre estos temas y avanzar en la coordinación en áreas como seguridad y migración, además de la relación económica entre ambos países.
… Y CANADÁ LE PONE LIMÓN A LA HERIDA
EL REGRESO DE Trump a la Casa Blanca conlleva riesgos económicos significativos para México, sobre todo en el ámbito comercial. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se ha visto amenazado por las posturas proteccionistas de Trump, quien ha advertido con imponer aranceles de hasta el 25% a todos los productos mexicanos, si México no detiene la inmigración y combate al narcotráfico.
Por si algo faltara, ayer el primer ministro de Ontario, Doug Ford, propuso expulsar a México del T-MEC, calificándolo como la “puerta trasera” para los productos chinos y reflejando con ello las tensiones comerciales dentro del pacto, puesto que el país de la bandera con la hoja de maple es acérrimo enemigo comercial de China.
Si bien México sigue siendo un socio clave, estas tensiones podrían desestabilizar su posición en el tratado trilateral, especialmente si se impone una renegociación, que podría afectar la competitividad de México en el mercado norteamericano y canadiense. Las políticas comerciales de Trump, centradas en acuerdos bilaterales más favorables para Estados Unidos, podrían aislar aún más a México y ponerlo en una posición vulnerable frente a sus dos gigantes socios comerciales.
En medio de la creciente guerra comercial entre Canadá y China, México podría verse atrapado con las acusaciones de que actúa como puente para los mercados del país asiático. Y si Canadá intensifica sus medidas contra China, México podría verse presionado a adoptar políticas comerciales similares, lo que complicaría aún más su relación con Estados Unidos y Canadá dentro del T-MEC.
Así pinta hasta ahora -poco halagüeño- el escenario para México con la próxima llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca. Un hábil y muy duro negociador, casi imbatible, quien por si fuera poco no entiende mucho -y por lo tanto tampoco será respetuoso- con el tema del empoderamiento femenino en la política de México. Ser la primera mujer presidenta del país, no le garantiza a Claudia Sheinbaum un mejor trato que el que le dio Trump -muy rudo- a AMLO en su primer mandato.