CHETUMAL.- Integrantes de la Red Feminista Quintanarroense acudieron al Congreso del Estado a manifestarse en contra de la destrucción de la “antimonumenta” o memorial de mujeres víctimas de feminicidio, que habían dejado afuera del Congreso del Estado. Allí, volvieron a grafitear este recinto, que acababa de ser aseado a un costo de 100 mil pesos.
Esta mañana, personas desconocidas, supuestamente auxiliados con una cadena, remolcaron esta estructura, un símbolo feminista con la leyenda “ni una más”, y le quebraron su parte superior.
En reacción, esta tarde-noche, cerca de 150 activistas arribaron con flores, que depositaron en esta “antimonumenta”, para honrar a las víctimas de feminicidio, además de portar mantas con mensajes alusivos a la causa. Después de emitir un mensaje, las feministas procedieron a volver a grafitear las paredes del Congreso del Estado, que apenas habían sido pintadas la semana pasada.
Con el grito de “guerra” “somos malas, podemos ser peores”, vestidas de negro y portando mantas de color verde y morado, colocaron carteles y pintaron frases en la parte exterior del edificio, para luego retirarse.
Este edificio ya había sido grafiteado el año pasado, cuando este colectivo se tomó el Congreso del Estado, para exigir una iniciativa de reforma legal, con la despenalización del aborto. Al ser dictaminada tal reforma en comisiones, que fue rechazada por el pleno de la XVI Legislatura, ellas se retiraron del lugar.
Desde el día siguente, personal del Congreso del Estado comenzó las labores de limpieza del recinto, que incluyó volver a pintar las paredes. Personal del lugar señaló que se destinaron al menos 100 mil pesos para estas labores.
CULPA A “ANTIDERECHOS”
Ariadne Song Anguas, integrante de la agrupación “Marea Verde” afirmó que denunciará lo ocurrido ante la Fiscalía General del Estado, pues si bien es cierto que la estructura está en el predio del Congreso del Estado, tienen acuerdos firmados tanto con el Poder Legislativo como Ejecutivo, para la protección de esta estructura, que a diferencia de las pintas y murales, no fue retirado después que ellas abandonaran este recinto.
La activista afirmó que grupos “antiderechos” (opuestos a la despenalización del aborto) se responsabilizaron de este ataque, junto a sus líderes religiosos. También acusó al diputado panista Eduardo Martínez Arcila de facilitarles información a estos grupos, que además financia.
No descartó que funcionarios públicos estuvieran involucrados, pues la estructura está a metros del Congreso del Estado, en una zona con vigilancia policiaca y cámaras.
“Aquí están los nombres de nuestras compañeras y la fecha en la que perdieron la vida en manos de un feminicida”, declaró. “No es un falta de respeto a la Red Feminista Quintanarroense, sino a las mujeres de Quintana Roo, que mueren a manos de un estado feminicida, en frente a las narices de una autoridad que no pudo siquiera resguardar una ‘antimonumenta’, que les debe recordar con vergüenza que están en un puesto sin tener capacidad para cuidar nuestras vidas”.
El daño a esta estructura es una afrenta a las mujeres asesinadas, cuyos feminicidas siguen sin estar vinculados a proceso y cuyos familiares todavía no cuentan con una reparación del daño integral, añadió.