MOSCÚ.- El juego vertical y el contragolpe dispararon a Bélgica al mejor puesto de su historia en los Mundiales. Un tanto de Meunier al principio y otro de Hazard al final colocaron a los ‘Diablos Rojos’ en un podio merecido, aunque sólo sea para hacer disfrutar al respetable. Como frente a Japón, dejaron una contra memorable, para enseñarla en las escuelas, esta vez salvada por Pickford. Inglaterra se despidió haciendo méritos, pero con las mismas limitaciones en el juego que le costaron la final.
Quien más interés pone suele partir con ventaja. Desde las alineaciones se intuyó que Bélgica era quien más buscaba el premio en un partido destinado a desaparecer, con esa mezcla de desilusión y de nostalgia por lo que pudo ser y no fue. El caso es que los belgas apenas hicieron cambios (Tielemans a la sala de máquinas), mientras Southgate repartió premios en la medular. La primera contra bien lanzada fue gol en dos pases: Lukaku pivotó, metió a Chadli en profundidad y éste sirvió al área chica para Meunier. Básico. Y demoledor.
Con un equipo poco dotado para el toque, Inglaterra no tuvo más remedio que trabajar las jugadas, lo que menos le gusta. Entre otras cosas porque los errores en el pase se penaban con contras, y si enfrente están Hazard y De Bruyne, puedes pagarlo caro. Tuvieron suerte los pross con el mal pie de Lukaku, tras un gran servicio de De Bruyne. Del resto se encargaron Stones, Maguire y, en última instancia, Pickford, para mantener la mínima desventaja.
¿Y en el otro área? Poca cosa. Más allá de una buena maniobra de Sterling para dejar a Kane -su remate se fue junto al palo-, no hubo casi ni juego áreo. Loftus-Cheek y Maguire cabecearon inocentes en un par de acciones y pare usted de contar. Así que tocaba hacer retoques en el descanso.
Southgate suele leer bien los partidos. Retiró a Rose, amargado por Meunier, para meter a Lingard. También incorporó a Rashford para generar juego entre líneas. Ganó presencia en campo contrario Inglaterra, algo ya previsto por Roberto Martínez desde que cubrió la contingencia de la lesión de Chadli con Vermaelen y ordenó cuatro en defensa._Coberturas atrás y contras a todo trapo.
Lukaku tenía opción de pelear por la Bota de Oro con_Kane. Habría estado en la pomada sólo con no malgastar con dos controles horribles los pases de gol que le sirvió De Bruyne. Dos maravillas en tiempo y forma que dejaron solo al 9 frente al portero. Tras el último error fue sustituido.
A los ingleses no se les puede reprochar nada._Expuestos a las arrancadas imponentes de Meunier, pelearon su suerte hasta el final. Dier no empató porque Alderweireld sacó de la línea su remate picado, por encima de Courtois. Una pared con Rashford mostró las fisuras belgas, cada vez más evidentes. Dier de nuevo y Maguire pudieron anotar en dos cabezazos que se fueron desviados. El empate parecía consecuencia lógica del juego.
No llegó, sino todo lo contrario. En una contra majestuosa Pickford hizo la parada de la tarde a volea de Meunier. Poco después Hazard, de falso nueve, no perdonó al recibir de Magic De Bruyne. Una garantía de éxito, ahora y en el futuro, para Bélgica.