CIUDAD DE MÉXICO.- Uno de los soldados retenidos por civiles armados en Culiacán narra a En Punto por qué se ofreció como rehén y lo que vivió durante las seis horas que estuvo en poder de los integrantes del Cártel de Sinaloa.
Te recomendamos: Tras Culiacán, Sedena y Marina expresan unión; AMLO niega fractura
El jueves 17 de octubre en Culiacán, once militares fueron retenidos por integrantes del Cártel de Sinaloa. A cinco los tomaron prisioneros en la caseta de cobro ‘Costa Rica’.
Hoy se sabe que, en ese punto, militares que iban acompañando pipas de Pemex, se toparon con un numeroso grupo de criminales. A cinco los retuvieron durante varias horas,
El soldado afirma que se ofreció como rehén para evitar un enfrentamiento armado, en medio de pipas de combustible y de cientos de civiles.
Yo me encontraba en la parte de afuera de la caja del vehículo; se observaba que se aproximaban hacia nosotros del carril del lado contrario, como 10 vehículos con gente armada, esos vehículos iban a gran velocidad”, comentó el militar secuestrado.
Desde ese día circularon imágenes que resultaban incomprensibles en las que se ve a un grupo de militares junto con civiles armados.
Entonces el comandante se baja y establece un dispositivo de seguridad, ya que los vehículos que habían pasado ya venían de regreso y se pusieron exactamente enfrente de donde nos encontrábamos nosotros”, dijo.
El militar explicó que los superaban en armamento.
Los vehículos que estaban alrededor eran alrededor de 20, 30 camionetas, este, yo considero que eran alrededor de 100, 120. Nosotros nos encontrábamos superados en personal y en armamento”.
El comandante siempre nos dijo que mantuviéramos la calma, nosotros estábamos apuntando ya nuestras armas y al ver que las personas que estaban enfrente de nosotros nos estaban apuntando. Había varios de nuestros compañeros que pedían instrucciones a nuestro comandante para ver qué es lo que íbamos a hacer y el comandante siempre mantuvo la calma”, narró.
Afirmó que había gente civil que se encontraba tirada ahí en el suelo.
Una persona de los delincuentes empezó a gritar que quería que fuera el comandante. Que si no ahí nos iban a empezar a tirar, que nos iban a matar a todos”.
El militar narra cómo se dio la tensión entre el comandante y los civiles armados.
Llegamos a la caseta de Costa Rica y establecimos la seguridad y el comandante fue a hablar con el comandante del convoy número 4 que es el que estaba ya retenido ya en la caseta de Costa Rica. Al ver la situación que nos encontrábamos superados, había mucha más gente de civiles armados, había muchos y tenían más armas, esos sí estaban más acelerados. Ellos ya querían agredir al personal militar”.
Nos decían a nosotros que bajáramos las armas, porque se dieron cuenta que nosotros portábamos el brazalete del plan DNIII y ellos dijeron que nosotros no teníamos la culpa, que nosotros ni en cuenta de lo que estaba pasando”.
Mencionó que el personal de civiles llegó en actitud muy agresiva directamente con el comandante y fue al que le dijeron “dame 5 de tus elementos. Dame 5 de tus elementos porque si no va a arder’.
Los militares accedieron a bajar sus armas. Cinco de ellos fueron retenidos por varias horas.
Me subieron y me taparon el rostro y me esposaron las manos. Me llevaron a lugares que yo desconozco. Sí me trajeron un aproximado de 5-6 horas. Me trajeron por caminos de terracería, se escuchaba que me traían por las autopistas porque escuchaba como ellos detenían tráileres que iban en la carretera para ellos hacer bloqueos. Transcurridas unas horas les ordenaron por radio que nos concentraran a la ciudad y después de ahí fue cuando nos entregaron a nosotros”, comentó.
La liberación de los elementos se llevó a cabo afuera de un motel.
A nosotros nos liberan en la salida norte de la ciudad de Culiacán. Fue enfrente de un motel-hotel con nombre de París. Nos entregaron con personal militar y de ahí fuimos trasladados a las instalaciones de la 9a zona militar. En ese momento a nosotros nos dijeron que ya estábamos a salvo”.
¿Por qué te ofreciste?”, cuestionó el reportero.
Yo tomé esa decisión al ver que mi comandante fue el primero que decidió ofrecerse como voluntario. Considero que fue la mejor decisión que pudo tomar mi comandante porque en caso de que él hubiera tomado la decisión de que nosotros iniciáramos fuego contra el personal de civiles armados, hubiera sido una situación diferente, hubieran muerto civiles que no tenían culpa de nada”, concluyó. (FUENTE: NOTICIEROS TELEVISA)