COAHUILA.- La madruga de este miércoles, se registró una nueva incursión del Cártel del Noreste en diversos puntos de Coahuila; apenas el pasado 30 de noviembre, el mismo grupo criminal intentó irrumpir en Villa Unión, hecho en el que murieron más de 20 personas.
De acuerdo con las primeras versiones, un grupo de hombres armados, presuntamente integrantes del Cártel del Noreste, atacaron a tiros a policías municipales de Frontera; en la agresión un agente resultó herido.
Además, los delincuentes incendiaron dos vehículos, uno en Frontera y otro en el municipio de Monclova, donde realizaron pintas en algunas bardas.
La Secretaría de Seguridad Pública del estado informó que tras las agresión y quema de vehículos se activó el código rojo; a pesar del operativo, no hay personas detenidas.
El 30 de noviembre, presuntos integrantes de esta misma organización criminal intentaron entrar a Villa Unión, Coahuila, pero fueron confrontados por autoridades estatales y del Ejército Mexicano.
Por estos hechos murieron 19 sicarios, gracias a la reacción de los policías, sin embargo, cuatro uniformados más fallecieron, al igual que dos civiles.
Villa Unión, la balacera que dejó un pueblo fantasma
La Fiscalía de Coahuila obtuvo 10 órdenes de aprehensión contra los presuntos responsables de irrumpir la paz en Villa Unión, el pasado fin de semana; los habitantes de esta ciudad, poco más de seis mil personas, continúan sus días con miedo, a pesar de la presencia de fuerzas federales y estatales.
Ya no me siento segura aquí, ya nomás porque tengo que trabajar, pero ahorita estoy temblando”, comentó Socorro Rodríguez, comerciante de Villa Unión.
La gente no viene, estamos aterrorizados. haga de cuenta que se quedó muerto el pueblo”, aseguró Josefa, comerciante de Villa Unión.
Desde el sábado, cuando un grupo de 150 integrantes del cártel del noreste entró a Villa Unión, el pueblo y sus calles permanecen vacías; este miércoles, algunos comercios se arriesgaron a abrir sus puertas, como Socorro, la única comerciante cercana a la alcaldía, uno de los sitios más devastados tras el ataque.
A mí, la verdad, me dolían mucho las piernas, me duelen porque estuve casi en cuclillas, fueron siglos en ese momento, ahorita casi no hay gente y se me hace muy difícil, pero uno tiene que darse valor para seguir adelante”, resaltó Socorro.
Por su parte, un grupo de trabajadores efectúa reparaciones en la presidencia municipal, otros más revisan los enormes orificios ocasionados por las balas, hasta el momento, no hay rastro de la Policía Municipal y el Ejército realiza recorridos de vigilancia por la zona, no obstante, el temor permanece entre los policías estatales que contuvieron la irrupción que duró más de 50 minutos hasta que llegó el Mando Único de Allende.
Arribamos al municipio y empezamos a intercambiar disparos por varias partes de la localidad, la situación se tornó difícil, aguantamos; ese día eran muchos balazos, había gritos por todas partes y eso era lo que queríamos, resguardar civiles, y al mismo tiempo, seguíamos combatiendo contra esa gente”, afirmó un testimonio de la Policía Estatal, Coahuila.
Comerciantes y vecinos afirman que pasarán muchos días antes de que la normalidad regrese y lamentan que las autoridades municipales no han respaldado a los afectados.
La noche del sábado no se escuchaba ni una mosca, era un silencio sepulcral en el pueblo y va a durar un rato para volver a la normalidad”, dijo Josefa. (FUENTE: NOTICIEROS TELEVISA)