NUEVA ORLEANS.- La depresión tropical Barry dejó lluvias a medida que se adentraba lentamente por los estados del Golfo de México sin impactar directamente a Nueva Orleans, pero azuzando temores de inundaciones, tornados y apagones en otras partes de la región.
A pesar de que el sistema se degradó a depresión tropical el domingo en la tarde y la intensidad de sus vientos se debilitaba constantemente desde que tocó tierra el sábado en Louisiana, las lluvias que arrojó provocaron alertas de inundaciones y tornados en un tramo que se extiende del centro de Louisiana al este de Mississippi.
Varias de las municipalidades y condados de ambas entidades están bajo aviso de inundaciones repentinas.
Lejos del vórtice de la tormenta, el domingo se emitieron alertas de tornado en ambos estados, aunque no se han reportado víctimas ni daños graves.
El gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, dijo por la tarde que estaba “sumamente agradecido” de que Barry no causara las desastrosas inundaciones que se habían pronosticado.
Esta fue una tormenta cuyos resultados pudieron ser muy, muy distintos”, declaró.
Estamos agradecidos de que no ocurriera el peor escenario”, expresó.
‘Barry’ se degrada a depresión tropical, pero EU no baja la guardia
El presidente Donald Trump pidió a la gente de la región que se mantuviera en guardia y tuiteó:
Hay un gran riesgo de inundaciones considerables para varias zonas de Louisiana y en la costa del Golfo de México. ¡Por favor sean muy cuidadosos!”.
Los meteorólogos advirtieron de una continua amenaza de aguaceros fuertes mientras el ojo del meteoro y las bandas de lluvia avanzaban tierra adentro.
NO BAJAN LA GUARDIA
El Centro Nacional de Huracanes indicó que algunas partes del centro-sur de Louisiana podrían cumular hasta 30 centímetros de agua, con zonas aisladas que podrían registrar 38 centímetros.
Se prevé que estas lluvias provoquen inundaciones peligrosas y que ponen en riesgo la vida”, escribieron los meteorólogos en un aviso emitido el domingo.
En Mississippi, los expertos informaron que se registraron hasta 20 centímetros de lluvia en partes de los condados de Jasper y Jones, con la posibilidad de precipitaciones adicionales.
Con las lluvias torrenciales azotando el corredor de la interestatal 59, sólo se podían ver las luces de los autos en sentido contrario en la carretera, mientras que en la franja divisoria el agua corría como si fuera un riachuelo.
El ojo de Barry continúa avanzando por el norte de Louisiana y rumbo a Arkansas. Los vientos máximos sostenidos del sistema, que brevemente se convirtió en un huracán de categoría 1, se redujeron a 56 kilómetros por hora.
La alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, dijo el domingo que la ciudad fue “sumamente afortunada” de que las lluvias estuvieran por debajo de los pronósticos de que habría un diluvio que saturaría los sistemas de drenado de la ciudad.
Nos salvamos”, dijo en conferencia de prensa, al tiempo que resaltó que la ciudad está lista para ayudar a las municipalidades aledañas que resultaron más afectadas. (FUENTE: EFE)