CDMX.- La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, señaló que hay detenidos sobre el caso de los menores que fueron descuartizados y eran llevados en un diablito por calles del Centro Histórico.
“La Fiscalía capitalina dará más información sobre este caso, es un caso lamentable. Se tienen detenidos y se están procesando otras detenciones”, dijo.
En conferencia de prensa virtual, la mandataria local agregó que aparentemente el homicidio de los menores estaría relacionado con un tema de narcomenudeo.
Esta casa editorial informó que Yair y Héctor fueron vistos por última vez el martes 27 de octubre afuera de la vecindad donde vivían, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Ayer, sus padres acudieron al forense a identificar los cadáveres mutilados de los niños. A ellos pertenecían los restos que un hombre cargaba el pasado domingo en un diablito.
Yair tenía 12 años y Héctor Efraín, 14. Sus familiares no imaginaron que los cuerpos que hallaron entre la basura en las calles del primer cuadro de la Ciudad serían los de sus niños.
Cinco días después de que desaparecieron, la noticia de que un integrante de la Unión Tepito había sido detenido cuando llevaba los cadáveres mutilados de dos personas, los alertó.
En un diablito, Eduardo llevaba los cadáveres mutilados de dos personas cuando fue detenido por policías del Centro Histórico.
El sujeto transportaba un bote y una caja de plástico en un diablito que empujaba por las calles de la ciudad.
Autoridades informaron que se trataba de Édgar “N”, de 39 años, detenido la noche del sábado en calles de la zona Centro cuando caminaba con un diablito en el que llevaba dos bolsas negras de plástico con restos humanos. El hombre dijo a las autoridades que no pertenece a ningún grupo delictivo; según él, le pagaron con dos “grapas” de cocaína para que les hiciera el favor a unos delincuentes de la colonia Morelos.
Consta en el informe policial que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) detuvieron a Édgar cuando se le cayó uno de los bultos justo frente a ellos, cuando agilizaban el tránsito en las calles.
Los agentes lo ayudaron a subir la bolsa y se percataron de un olor fétido, fue en ese momento que el imputado confesó lo que traía.
Los hechos ocurrieron en la calle República de Chile, frente al número 33, entre Belisario Domínguez y República de Cuba, en la alcaldía de Cuauhtémoc.